La inversión en activos fijos se aceleró ligeramente y superó las expectativas entre enero y octubre respecto al mismo período del 2015.
La economía de China mostró señales adicionales de estabilización en octubre, como era previsto, pero un decepcionante crecimiento de las ventas minoristas y los temores sobre fricciones comerciales con Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump oscurecieron el panorama.
La inversión en activos fijos se aceleró ligeramente y superó las expectativas entre enero y octubre respecto al mismo período del 2015, luego de que el Gobierno intensificó el gasto en infraestructura para apoyar el crecimiento, mostraron este lunes datos oficiales.
Sin embargo, una serie de otros indicadores publicados durante la última semana, desde las exportaciones a los préstamos bancarios, así como las expectativas de un enfriamiento del mercado inmobiliario, sugieren que el impulso económico podría vacilar en los próximos meses.
"En conjunto, los datos actuales sugieren que la recuperación reciente de la actividad económica continuó en el cuarto trimestre", dijo Capital Economics en una nota.
"Esperamos que la expansión se mantenga por otro trimestre o dos. Sin embargo, con el crecimiento del crédito ahora ralentizado y el mercado inmobiliario comenzando a enfriarse, los impulsores de la recuperación reciente parecen encaminados a debilitarse a principios del próximo año", agregó.
Los líderes chinos han dependido de un repunte del mercado inmobiliario y el gasto en infraestructura del Gobierno para impulsar la actividad este año y parece que cumplirán con su objetivo de crecimiento del 6,5 al 7 por ciento.
El auge de la construcción a su vez ha ayudado a revitalizar al sector industrial, estimulando la demanda desde el cemento al acero. Pero los funcionarios y los inversores también están cada vez más preocupados por los riesgos de un estímulo impulsado por la deuda.
La deuda total de China ha aumentado a más de un 250 por ciento del PIB desde un 150 por ciento a finales del 2006, el tipo de repunte que en otros países se ha traducido en un colapso financiero o una fuerte desaceleración económica, según los analistas.
"Creo que el tono de la política general se ha volcado en la gestión de riesgos ya que las autoridades están preocupadas por las burbujas de activos", dijo el economista de Commerzbank Zhou Hao,con sede en Singapur, y pronosticó que el Gobierno desacelerará su estímulo agresivo antes de que finalice el año.