La caída en la producción industrial, la actividad económica más grande, y la desaceleración en la agricultura, tercera en importancia, inciden en el resultados obtenidos por el país.
La economía costarricense acumula ya once meses en desaceleración, tomando en cuenta el desempeño del índice mensual de actividad económica, el que en enero aumentó 2,4%.
Según Nación.com, la caída en la producción industrial, la actividad económica más grande, y la desaceleración en la agricultura, tercera en importancia, inciden en el resultado.
Otros indicadores son la tendencia al estancamiento que muestran las exportaciones y la recaudación de impuestos.
Nación.com destaca que el menor crecimiento en la producción puede generar secuelas en las economías de los hogares, pues afecta la creación futura de empleos.
Hasta ahora, según el número de trabajadores con seguro de salud registrados en la Caja Costarricense de Seguro Social, el empleo ha seguido aumentando,
En ese resultado pueden influir las acciones de la Caja por asegurar a los trabajadores, y el hecho de que el comercio -la actividad que genera más puestos de trabajo-, tenga un desempeño más positivo que la producción total (creció 4,7% en enero de 2011, respecto a enero de 2010).
Otra secuela de la desaceleración es el menor crecimiento en los ingresos fiscales, como ya empieza a notarse en la recaudación acumulada en los últimos doce meses.
La merma en la recaudación obliga al gobierno a pedir más préstamos para financiar sus gastos y podría presionar al alza las tasas de interés.
El ministro de Hacienda, Fernando Herrero, ya mostró esta preocupación en el último reporte de ingresos y gastos.
Economistas consultados por el portal explican algunos factores que influyen en la desaceleración y las posibilidades de frenarla.
“Este proceso (de desaceleración) parece estar asociado a un menor crecimiento del sector exportador, a pesar de una cierta recuperación de las principales economías del mundo. No sería descartable que la apreciación del colón frente al dólar esté afectando negativamente al sector exportador que ha sido tradicionalmente el motor de la economía”, comentó el economista Ronulfo Jiménez.
Para Alberto Franco, economista de Ecoanálisis, la posibilidad de frenar la desaceleración depende tanto de variables sobre las cuales las autoridades locales tienen algún control, como las tasas de interés, el tipo de cambio, los impuestos, el gasto, la inversión pública y la agenda de competitividad, como de otras sobre las que no tienen control, como los planes de producción del sector de alta tecnología y el curso del precio del petróleo y otras materias primas.