El Producto Interno Bruto probablemente creció a una tasa anual de un 0,8%, según un sondeo de Reuters entre economistas.

El crecimiento económico de Estados Unidos probablemente frenó bruscamente en el cuarto trimestre, cuando las empresas duplicaron los esfuerzos por reducir el exceso de inventarios y un clima invernal inusualmente templado redujo el gasto de los consumidores en servicios públicos y ropa.

El Producto Interno Bruto probablemente creció a una tasa anual de un 0,8%, según un sondeo de Reuters entre economistas, luego de que un dólar fuerte y una débil demanda global golpearon a las exportaciones y los precios más bajos del petróleo continuaron minando la inversión de las firmas energéticas.

La economía estadounidense creció a un ritmo de un 2% en el tercer trimestre. Los riesgos para el pronóstico del PIB en el cuarto trimestre se inclinan a la baja después de que unos datos reportados el jueves mostraron una caída en los nuevos pedidos de bienes duraderos manufacturados en diciembre.

Pero algunas de las barreras para el crecimiento -los inventarios y el clima templado- son temporales y se espera que la economía vuelva a fortalecerse en el primer trimestre del 2016.

El reporte del PIB del Departamento de Comercio de Estados Unidos, que se publicará este viernes a las 08.30 hora local (1330 GMT), podría desatar una nueva ola de ventas en los mercados de valores, que han sido sacudidos por los temores a un crecimiento anémico tanto en Estados Unidos como China.

"Teniendo en cuenta el estado de los mercados financieros, el PIB del cuarto trimestre podría alimentar los temores de que la expansión se está desmoronando. Esto sería equivocado debido a que los inventarios serán un lastre significativo y el comercio también pesará", dijo Ryan Sweet, economista de Moody's Analytics en Westchester, Pensilvania.

La Reserva Federal reconoció el miércoles que el crecimiento "se desaceleró a fines del año pasado", pero también señaló que "las condiciones del mercado laboral mejoraron aún más". La Fed, el banco central de Estados Unidos, elevó las tasas de interés en diciembre por primera vez desde junio del 2006.

Aunque la Fed no ha descartado otra alza en marzo, la volatilidad de los mercados financieros podría llevar a un retraso hasta junio.