Un análisis de sondeos de Reuters mostró que más de la mitad de los reportes económicos importantes desde el inicio del año, así como otros datos de las cuatro mayores economías del bloque, ha superado el consenso de las previsiones y muchos sobrepasaron incluso los pronósticos más altos.
Londres. La economía de la zona euro está dando señales de esperanza antes de lo previsto y justo cuando el Banco Central Europeo está lanzando un programa de impresión de dinero valorado en más de 1 billón de euros.
Un análisis de sondeos de Reuters mostró que más de la mitad de los reportes económicos importantes desde el inicio del año, así como otros datos de las cuatro mayores economías del bloque, ha superado el consenso de las previsiones y muchos sobrepasaron incluso los pronósticos más altos.
Este último vuelco, que ocurre pese a las preocupaciones sobre el futuro de la pertenencia de Grecia a la zona euro y a la continua tensión en Ucrania, sugiere que los temores a una caída de Europa en una espiral deflacionaria fueron exagerados.
Alemania, la mayor economía europea, es claramente la líder. El crecimiento de las ventas minoristas en enero casi triplicó el mejor de los pronósticos y ayudó que el aumento en la zona euro superara en más de diez veces la mediana de pronósticos de un sondeo de Reuters el miércoles.
Otros dos datos de Alemania -el crecimiento del PIB del cuarto trimestre y la lectura preliminar de los gerentes de compras de servicios para enero- también superaron las previsiones más altas.
Junto a alzas salariales pactadas de 3,2% en promedio -en momentos en que la inflación se ha evaporado- los datos sugieren que el estímulo monetario del BCE pronto podría ser lo último que necesita Alemania.
Los economistas apuntan a un aumento del ingreso de los consumidores debido a una dramática caída de los precios de la energía y un euro significativamente más débil como factores clave.
"Todo el mundo quedó atrapado en el debate de la deflación, Grecia y la crisis ucraniana y por eso las expectativas eran bastante bajas", dijo Christian Schulz, economista de Berenberg Bank.
"Ahora parece que la historia de la deflación es positiva para la zona euro pues el petróleo más barato significa que los consumidores gastan menos en energía y tienen más dinero en el bolsillo".
Mientras que la Reserva Federal estadounidense y el Banco de Inglaterra han visto a la energía más barata como un beneficio para sus economías, el BCE expresó su temor a que pueda fortalecer las expectativas de una deflación.
En España, los índices de gerentes de compras (PMI por sus siglas en inglés) preliminares tanto de manufacturas como de servicios para enero superaron el consenso de las previsiones, mientras que el crecimiento del PIB en Italia, que se sigue contrayendo, no fue tan malo como la mediana de las expectativas recopiladas por Reuters.
Incluso en Francia, la segunda mayor economía europea, los últimos datos de producción industrial superaron el consenso de Reuters, mientras que el PMI de servicios sobrepasó todas las predicciones.
Es casi seguro que el BCE anunciará en su encuentro mensual del jueves que sus técnicos revisaron al alza sus previsiones de crecimiento, y que al mismo tiempo ofrezca más detalles sobre su muy debatido programa de alivio cuantitativo que comienza en marzo.
"En términos de los tiempos, el BCE tuvo suerte", dijo Schulz. "Si tuviera que anunciarlo mañana, a la luz de todos los datos fuertes que tuvimos, la reacción negativa, especialmente de Alemania, habría sido mucho más severa que en enero".
El consenso que prevalece es que las compras del BCE, principalmente de deuda pública, por un total de 60.000 millones de euros al mes y hasta septiembre del 2016 en principio, apenas alcanzará para elevar la inflación hacia una meta cercana pero bajo el 2%.
Pero si la economía de la zona euro se acelera justo cuando está por entrar un fuerte de estímulo monetario, esa opinión podría no sostenerse por mucho tiempo.