La inflación promedio en las 15 mayores economías en vías de desarrollo se aceleró en septiembre al nivel más alto en siete meses, 4,3%.
El crecimiento en los mercados emergentes es tan lento que los banqueros centrales toleran una inflación más acelerada para estimular sus economías, lo que lleva a los inversores a la deuda vinculada a los precios al consumidor al ritmo más rápido en dos años.
La inflación promedio en las 15 mayores economías en vías de desarrollo se aceleró en septiembre al nivel más alto en siete meses, 4,3%, indican datos que recopiló Bloomberg. La brecha de rendimiento entre los pagarés de tasa fija a 10 años de referencia de Brasil y los bonos indexados por los precios al consumidor aumentó 56 puntos básicos en los últimos tres meses hasta el martes, el mayor incremento desde 2010, y llegó a 5,99%. La brecha creció en Turquía 108 puntos básicos, o 1.08 puntos porcentuales, a 6,09%, y 63 en Sudáfrica, a 5,52%.
La creciente brecha, una señal de expectativas de inflación, indica que los inversores estiman que las autoridades mantendrán las tasas de interés bajas y apuntalarán el crecimiento en tanto el Fondo Monetario Internacional dice que el riesgo de una recesión es “alarmante”. Corea del Sur redujo el 11 de octubre los costos crediticios al punto más bajo en un año, 2,75%, horas después de que Brasil bajara su tasa a un récord de 7,25 y diera muestras de su intención de mantener la referencia baja durante un “período prolongado” conforme se deterioran las perspectivas económicas.
“Ante la opción entre crecimiento e inflación, el crecimiento ha pasado a ser más importante que en los últimos cinco años”, dijo Guillermo Osses, que administra $12,000 millones de activos como jefe de deuda de mercados emergentes en HSBC Asset Management, en entrevista telefónica del 28 de septiembre desde Nueva York. “Empezamos a observar que poco a poco la inflación se acelera”.
Osses dijo que en los dos últimos meses compró bonos vinculados a la inflación en Turquía y Brasil.
Aumento de las materias primas
Los bonos vinculados a la inflación de mercados emergentes, que pagan a los inversores tasas de interés que aumentan según los precios al consumidor, retornaron 5% en el tercer trimestre, el mayor aumento en más de dos años, según datos que recopiló Bank of America Corp. Los valores han subido 15% en 2012, en comparación con un aumento de 6,5% de la deuda vinculada a la inflación de los Estados Unidos y un incremento de 8,9% de los bonos de tasa fija de los países en vías de desarrollo.
En los Estados Unidos, la tasa de equilibrio a 10 años alcanzó el 14 de septiembre el punto más alto en 17 meses, 2,64%, un día después de que la Reserva Federal anunciara planes de compra de US$40,000 millones de activos por mes en una tercera ronda del programa llamado flexibilización cuantitativa. El martes, la tasa era de 2,46%, en comparación con un promedio de 2,1% en los 10 años hasta 2011.
Los programas de compra de bonos en Estados Unidos, Europa y Japón inundan la economía global de efectivo para estimular el crecimiento y contribuyen al aumento de 14% de los precios de las materias primas desde junio. El índice GSCI de materias primas de Standard Poor’s ha subido 5.3% en los tres últimos meses, el mayor incremento en más de un año.
Las políticas monetarias de los países desarrollados “crean el riesgo de una situación de estanflación”, dijo el 10 de octubre Arko Sen, un estratega cambiario y de deuda de Bank of America, en entrevista telefónica desde Londres, haciendo referencia al fenómeno de menor crecimiento económico acompañado de mayor inflación. El banco de Charlotte, Carolina del Norte, recomienda la compra de bonos vinculados a la inflación, o linkers, en Brasil, Sudáfrica y Turquía, dijo.