Lo consideró Aldo Ferrer y agregó que la inversión no está sujeta "de la buena voluntad de los acreedores y de los países avanzados".
El acuerdo con el Club de París "remueve un obstáculo importante y tiene efecto positivo respecto de las expectativas del país" pero "habría que descartar dos fantasías: que vamos a tener una avalancha de dólares y que la inversión en Argentina depende de la buena voluntad de los acreedores y de los países avanzados", sostuvo el economista Aldo Ferrer en diálogo con radio América esta mañana.
En ese sentido, remarcó que "la inversión en Argentina depende esencialmente del ahorro argentino. Argentina tiene una tasa de ahorro cercana al 30% del Producto Interno Bruto, que es algo así como US$100.000 millones anuales".
"El problema no es que no tengamos fondos", señaló, para puntualizar que "movilizar el ahorro interno es un proceso que no depende de una sola medida" y que si el país "tiene una inflación manejable, que se transmitan señales muy claras de que el presupuesto está sólido, tipo de cambio competitivo, que no hay escasez de dólares, naturalmente el ahorro vuelve".
"Se podría atraer con una tasa de interés interesante ese dinero que está improductivo en el colchón, traerlo al circuito bancario, el país está demostrando que está pagando, que tiene recursos para cumplir con sus compromisos, es una plata segura y con un rendimiento que no tiene la plata en el colchón", agregó.
Para Ferrer, los desajustes en la economía implican "un frente complejo" pero "manejable, que requiere mucha decisión política".
"En la medida que avanzamos cerrando esas brechas y se va eliminando la restricción externa, se configura un escenario que no se construye de la noche a la mañana pero que se va construyendo, con el que se genera expectativas que terminan provocando que la gente se convenza que el mejor lugar para tener el ahorro argentino, el más seguro y más rentable, es Argentina", sostuvo.
De este modo, se "va construyendo un escenario de atracción de inversión propia y eventualmente complementaria también del exterior".
"Hemos avanzado mucho, el país recuperó soberanía, hoy no dependemos del FMI ni de los acreedores, pero susbsisten estos problemas estructurales de restricción externa, que es el desafío que tenemos que resolver", concluyó.