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Economista uruguayo: se debe abandonar "piloto automático" en política económica
Viernes, Diciembre 4, 2015 - 15:28

Gabriel Oddone planteó la posibilidad de que se presente un escenario alternativo de "estrés" que podría dispararse a partir de algunos eventos externos puntuales.

El creciente deterioro de Brasil, sumado a un eventual ajuste macroeconómico con efecto recesivo en Argentina, son dos aspectos que podrían complicar el "mantenimiento del piloto automático" y empujar innovaciones en la política económica de Uruguay. Esa fue una de las principales conclusiones expresadas por el economista socio de CPA Ferrere, Gabriel Oddone, durante la conferencia denominada Perspectivas económicas para Uruguay y la región en un contexto desafiante.

El economista planteó la posibilidad de que se presente un escenario alternativo de "estrés" que podría dispararse a partir de algunos eventos externos puntuales. El primero sería un aumento de tasas de interés muy significativo e "inesperado" en Estados Unidos, el segundo un ajuste macroeconómico con efectos "muy recesivos" en Argentina a lo largo de 2016, y la tercera posibilidad sería un deterioro político e inestabilidad financiera importante en Brasil, asociado al inminente juicio político que afronta la presidenta Dilma Rousseff (ver páginas 2 y 4).

En cuarto lugar, mencionó la posibilidad de un "aterrizaje forzoso" de la economía china con efectos en los precios de los commodities, y en quinto un deterioro de los términos de intercambio con un incremento más significativo de los precios del petróleo que la recuperación de los precios de exportación de Uruguay. De esos cinco eventos, los que más preocupan son los relacionados con Argentina y Brasil.

Escenario de "estrés". En ese escenario de "estrés", si se concretara alguno de esos aspectos o más de uno, la economía uruguaya convergería a un crecimiento nulo y la situación fiscal se pondría más compleja de cara al final de quinquenio.

"No se trata de un escenario dramático, pero estamos ante un escenario externo muy adverso para Uruguay, con un 2016 muy difícil que va crecientemente a limitar la posibilidad de que el gobierno siga actuando en piloto automático. Muy posiblemente conozcamos innovaciones de política en la segunda parte del año que viene, por ejemplo, innovaciones impositivas", afirmó Oddone. Los cambios en el escenario externo también podrían requerir un deslizamiento cambiario "más intenso" que podría "relajar la meta creíble sobre inflación" situándola por encima de 10%.

Se espera que el agravamiento de la crisis política en Brasil consolide el escenario recesivo para esa economía, que se prevé tenga una contracción de 3,2% este año y de 2% para 2016.

En relación a Argentina, el economista entiende que la visión política de que el cambio de gobierno supone el inicio de una etapa "muy favorable tiene un componente subjetivo importante. El escenario económico de Argentina es complejo porque tiene que desatar una maraña de cosas que ocurrieron en los últimos años y que de manera magistral quedaron atadas con alambre hasta último momento. Eso para Uruguay implica un shock adicional", apuntó Oddone.

El piloto automático. En opinión de Oddone, hasta ahora el gobierno mantuvo sin cambios la política macroeconómica porque, entre otras cosas, el mandato político es "no arriesgar" los logros obtenidos en los últimos años. En ese sentido, explicó que "mantener el piloto automático" también ha permitido "suavizar la transición del ciclo" evitando un ajuste fiscal de magnitud o una depreciación más intensa del tipo de cambio, que hubiera acortado la distancia en materia de precios respecto a los países competidores, pero que hubiera inducido a un mayor ajuste en el consumo por la vía de los bienes duraderos.

Entre otras razones también mencionó el stock de reservas, la deuda pública y los préstamos contingentes como activos que al gobierno le han dado tiempo hasta ahora para esperar a ver cómo se desenvuelven los acontecimientos en la región. El Presupuesto quinquenal que está próximo a aprobarse "promueve un ajuste insuficiente" que "no permite mover el resto de las variables" porque no se tienen ancladas las expectativas de estabilidad macroeconómica, reflexionó.

En ese escenario de "piloto automático", donde los eventos externos todavía no obligan a reaccionar de manera intensa, se espera que la economía crezca 1,8% en 2015 y 0,8% sin el efecto de Montes del Plata. En tanto, las proyecciones de CPA para el tercer trimestre del año indican un crecimiento de la actividad de 0,8% respecto a igual trimestre de 2014. El dato de PIB correspondiente al período julio-setiembre se conocerá el próximo 15 de diciembre.

El futuro argentino. Por su parte, el economista argentino Eduardo Levy sostuvo que tanto el precio del dólar en Argentina a fin del año que viene, como el levantamiento del cepo cambiario, dependerá de cuántas reservas consiga el Banco Central de ese país en el corto plazo.

Además, consideró que la única razón por la que preocuparía una eventual devaluación de 30% o 40% en un mes, es por el traslado a la inflación que eso implicaría, justo cuando deberían comenzar las negociaciones salariales.

Levy recordó que las autoridades tendrán que enfrentar tarde o temprano los problemas de crecimiento que hoy ya afectan a la región. "Si a fin del año que viene estamos creciendo, es esencial que el gobierno no se lo crea, porque va a ser un rebote muy corto", dijo.

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