Según el sondeo semanal Focus del Banco Central publicado este lunes, los economistas esperan ahora que el índice referencial de la inflación brasileña cierre el año en un 6,19%, por debajo de la tasa de 6,22% estimada previamente.
Sao Paulo. Los economistas consultados semanalmente por el Banco Central de Brasil rebajaron su pronóstico de inflación para este año, mientras que aumentaron levemente su proyección para el 2012.
Según el sondeo semanal Focus del Banco Central publicado este lunes, los economistas esperan ahora que el índice referencial de la inflación brasileña cierre el año en un 6,19%, por debajo de la tasa de 6,22% estimada previamente.
En cambio, el pronóstico para el índice inflacionario IPCA del próximo año aumentó a un 5,13% desde el 5,10% del sondeo anterior.
La inflación en Brasil se ha convertido en un problema que amenaza con ensombrecer el primer año en el cargo de la presidenta Dilma Rousseff y erosionar su influencia en el Congreso, en momentos en que intenta aprobar reformas macroeconómicas relevantes.
Los crecientes precios al consumidor se convirtieron en un gran dolor de cabeza para las economías emergentes este año, ante el rápido crecimiento económico que vienen registrando.
Durante mayo, la inflación acumulada a 12 meses en Brasil se aceleró a un 6,55%, por sobre la meta del Banco Central de un 4,5% con más o menos 2 puntos porcentuales.
Las previsiones del sondeo representan la mediana de los pronósticos de analistas consultados por el Banco Central en unas 100 instituciones financieras.
El Banco Central elevó las tasas de interés cuatro veces este año, en un total de 1,50 puntos porcentuales, siendo la más reciente un alza hasta el 12,25% desde un 12%, a fin de contener la inflación.
La tasa de interés Selic debería terminar el año en un 12,50 por ciento, indicaron los analistas consultados, cayendo a un 12,25% en el 2012.
Los economistas estiman además un crecimiento del 3,96% este año en Brasil, la mayor economía latinoamericana, por debajo del 4% previsto en el sondeo anterior.
La economía brasileña creció un 7,5% el año pasado, su ritmo más rápido en 24 años y uno de los más robustos entre las grandes economías.