Otra de las medidas a ser aplicadas para controlar la baja en el poder adquisitivo es ofrecer subsidios directos a las personas de menores recursos.
Los economistas del Psuv realizaron recientemente un congreso para formular propuestas al Gobierno nacional sobre cambios en las políticas económicas. Entre las sugerencias se presentaron algunas referentes al sistema cambiario y a la necesidad de que en esa materia haya modificaciones. Entre los voceros, el diputado Jesús Faría expuso la opción de que se implemente un solo tipo de cambio tras la eliminación del dólar a tasa de Bs. 6,30.
Por tal motivo, El Mundo, Economía y Negocios consultó a varios expertos en la materia sobre su visión para llevar a cabo este proceso.
“El tipo de cambio a Bs. 6,30 es insostenible. Debe producirse un ajuste cambiario, pero progresivo y acompañado de otras medidas económicas”, destacó el economista y profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (Iesa), Carlos Jaramillo.
También afirmó que el país necesita un ajuste económico. En este aspecto y debido a la baja en los precios del crudo, considera que es imposible mantener las actuales tasas de cambio.
“Hay que ir a cambios más ágiles y que reflejen la realidad económica de nuestro país”, pero considera que “devaluar por devaluar no resuelve el problema”.
Jaramillo fue concreto en la idea de un solo tipo de cambio, pero eso no se puede definir de inmediato, porque “llegar a una unificación cambiaria toma su tiempo, esto debe hacerse con coherencia para que no genere efectos nocivos”.
El analista se sumó a las voces que destacan que la tasa a Bs. 6,30 debe desaparecer. A su juicio, se debe converger en una paridad de equilibrio, una cantidad de insumos que debería ser a dólar libre y que en el corto plazo solo quedarán alimentos básicos y medicinas en el espectro controlado. “Todo ello”, afirmó, “debe estar en un plan, porque si no se hace así, no funcionará”, advirtió.
El economista Pedro Palma fue muy preciso en su apreciación: “Es una locura seguir manteniendo en nuestra economía un dólar a la tasa de Bs. 6,30”.
Mientras que el analista Víctor Silva, de Capital Consultores, se pronunció por un cambio urgente en la política cambiaria, porque a su juicio “es una deuda política, es una decisión que se debía haber tomado hace mucho tiempo en Venezuela”.
El economista afirmó que no espera que el Gobierno realice un cambio profundo. Estima que aplicarán medidas moderadas. En todo caso, abogó por un ajuste estructural que permita balancear los precios a través del tipo de cambio.
En su tesis maneja la convergencia cambiaria; es decir, “la primera medida sería eliminar el dólar a Bs. 6,30. Así habría dos tipos de cambio: uno controlado u oficial y dejar un mercado que pueda fluctuar como el Sicad o Simadi, de libre acceso y con tasa flotante”.
La idea es dejar que esos dos tipos de cambio vayan encontrándose en el corto y mediano plazo. Esto generaría una depreciación lenta del tipo de cambio oficial. “Y a medida que se incluya la oferta de divisas en el nuevo instrumento de libre flotación, podremos ver que el libre cambio puede comenzar a bajar y el tipo de cambio único oficial comenzaría a subir”.
Silva dejó claro que en el mercado de libre acceso debe haber una participación activa por parte del Gobierno a través de Petróleos de Venezuela (Pdvsa). “Así se contraería la demanda del tipo de cambio oficial y parte de los recursos se destinarían a la tasa de libre flotación. Lo que, a la vez, ayudaría a Pdvsa a mejorar su balance, pues la estatal petrolera obtendría un mayor beneficio fiscal tras su venta de divisas al Banco Central de Venezuela”.
El analista destacó estar de acuerdo con las propuestas que se han presentado de acompañar estos cambios con la entrega de subsidios en bolívares directamente a los productores y no a través del tipo de cambio, “lo cual genera una gran cantidad de distorsiones como las que observamos”, dijo Silva
Otra de las medidas a ser aplicadas para controlar la baja en el poder adquisitivo del venezolano es ofrecer subsidios directos a las personas de menores recursos, a fin de mitigar, en parte, el aumento de los precios.