Uno de los aspectos que atenuaron una posible afectación fue el hecho de que la mayor parte de los importadores estadounidenses asumieron el pago de los aranceles, en espera de que se renueve el programa con retroactividad.
Seis meses después de la expiración de las Preferencias Arancelarias Andinas (Atpdea, en inglés), la afectación que se temía por la pérdida de este beneficio no adquirió proporciones mayores en los principales productos de exportación.
Al término del primer semestre del año, los empresarios hablan de la conjugación de, al menos, tres factores que amortiguaron los impactos. Y los que tuvieron un leve descenso lo ligan más a problemas climáticos internos.
Uno de los aspectos que atenuaron una posible afectación fue el hecho de que la mayor parte de los importadores estadounidenses asumieron el pago de los aranceles, en espera de que se renueve el programa con retroactividad.
Este sistema arancelario, que venció el 12 de febrero, permitía que más de 700 partidas de productos ecuatorianos ingresen a EE.UU. sin pagar impuestos aduaneros.
Ignacio Pérez, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Flores (Expoflores), indicó que los compradores “todavía tienen en su cabeza que ese es un dinero que lo van a recuperar”.
A ello se añade otra situación que indirectamente favoreció los envíos de flores ecuatorianas: Colombia, competidor de Ecuador, registró problemas climáticos que afectaron su producción. Eso a su vez ayudó a obtener un mejor precio.
“(Colombia) ha tenido un clima malo, una flor enferma con mala calidad y eso ha beneficiado para que Ecuador pueda subir un poco los precios y mejorar su venta”, dijo Pérez.
Durante los tres primeros meses de la no vigencia de las preferencias, la exportación de brócoli fue una de las que bajó entre el 8% y 10% debido a dificultades en la producción interna, pero al cierre del semestre tuvo una leve mejoría. Empresarios vinculados al cultivo indican que la baja se produjo por asuntos climáticos.