Seis plantas hidroeléctricas salieron del sistema por el temor de que el elevado cauce de los ríos causara desperfectos en las centrales, informó el periódico guatemalteco Prensa Libre.
Las lluvias en Guatemala podrían dejar secuelas de mediano plazo. La electricidad, el sistema vial, la agricultura y las exportaciones ya resienten los efectos de la depresión tropical número 12, reportan las autoridades.
Seis plantas hidroeléctricas salieron del sistema por el temor de que el elevado cauce de los ríos causara desperfectos en las centrales, informó el periódico guatemalteco Prensa Libre.
La medida dejó sin electricidad a 57.000 usuarios atendidos por las distribuidoras Deocsa y Deorsa, informó la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE).
Por su lado, Ricardo Santa Cruz, ejecutivo de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (AGEXPORT), dijo que se reportaron problemas para trasladar mercadería a la aduana Pedro de Alvarado, fronteriza con El Salvador, debido al desbordamiento del río Paz.
El problema más grave afecta los productos perecederos, dijo por su lado Guillermo González, presidente de la Cámara de Comercio. El panorama se complica porque octubre es una de las temporadas más altas para vender productos agrícolas a Estados Unidos.
El Instituto Guatemalteco de Turismo (INGUAT) emitió recomendaciones para que los turistas no transiten por carreteras inundadas o donde se han reportado deslaves.
El transporte aéreo funciona con relativa normalidad. Mynor Cordón, presidente de la Asociación Guatemalteca de Líneas Aéreas, explicó que el 95% de las operaciones en el aeropuerto se efectuaron sin problemas, y el resto sí tuvieron retrasos por el clima.
En las pérdidas de viviendas, las autoridades contaban ayer con 349 casas dañadas y 7,600 personas damnificadas.