El Banco Central Europeo (BCE) decidió ampliar su programa de compra de deuda pública y corporativa hasta diciembre de 2017 pero a partir del mes de abril la entidad reduciráel volumen de sus adquisiciones mensuales.
A partir de abril de 2017, las adquisiciones mensuales del BCE que pasarán de los 80.000 millones de euros actuales a los 60.000 millones.
"Seguiremos haciendo compras al ritmo mensual de 80.000 millones de euros hasta marzo, y desde abril hasta diciembre, el ritmo continuará pero con 60.000 millones de euros", explicó el presidente de la entidad monetaria, Mario Draghi, este jueves.
El banquero, no obstante, precisó que el BCE está dispuesto a realizar modificaciones en el programa de compra en aras de cumplir con su mandato de velar por la estabilidad de precios.
"En caso de que los pronósticos sean menos favorables o las condiciones de financiación no se ajusten al objetivo de inflación, el BCE tiene la intención de ampliar el programa de compra de deuda tanto en términos de tamaño como de duración", indicó Draghi.
El BCE debe mantener la inflación por debajo del 2%. En la actualidad, la entidad monetaria adquiere mensualmente bonos por valor de 80.000 millones de euros (US$86.000 millones) con el objetivo de cumplir con su mandato que establece mantener la inflación de la zona euro en valores por debajo, pero cercanos, al 2%.
Por lo demás, el BCE mantuvo hoy la principal tasa de interés de la zona euro en el cero por ciento, su mínimo histórico. Tampoco ha movido la tasa que penaliza los depósitos que los bancos guardan en la caja fuerte del BCE, que sigue invariable en el 0,4 por ciento negativo.
El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo espera que los tipos de interés se mantengan en los niveles actuales o incluso más bajos durante un prolongado periodo de tiempo.
En este sentido, desde Fráncfort puntualizan que seguirán siendo bajos incluso una vez que concluya el programa de compra masiva. Una vez más, el Banco Central Europeo insistió en la necesidad de que los Gobiernos de la eurozona acometan reformas estructurales que ayuden a impulsar la recuperación en la eurozona al tiempo que les solicitó que cumplan con las reglas fiscales de la Unión Europea.
Draghi también aclaró que, en opinión del BCE, no existe riesgo de deflación en la eurozona aunque reconoció que la situación de incertidumbre se mantiene.