"Las bonanzas no son eternas" y sólo son fructíferas "si se aprovechan bien", alertó el presidente de la entidad, el colombiano Luis Alberto Moreno.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) planteó la necesidad de que tanto Latinoamérica como la propia institución acometan reformas estructurales para aprovechar la bonanza que vive la región y que contrasta con la crisis en el mundo desarrollado.
Los 48 gobernadores del BID instalaron este sábado en Panamá su 54 Asamblea Anual, en la que, entre otros objetivos, pretenden avanzar en una estrategia para reestructurar sus ventanillas de atención al sector privado, que el organismo identifica como la futura fuente del crecimiento de América Latina.
La región latinoamericana, con unos 600 millones de habitantes y un producto interno bruto (PIB) de más de US$4 billones, ha mantenido el crecimiento y avanzado en la lucha contra la pobreza y la inequidad a pesar del entorno negativo que representa la crisis en Europa y Estados Unidos.
América Latina crecerá entre 3,5 y 3,8% este 2013, y en el medio plazo, hasta 2015, lo hará en un promedio del 4%, dijo a Efe el vicepresidente del Banco Mundial (BM) para la América Latina y el Caribe, Hasan Tuluy.
Pero "las bonanzas no son eternas" y solo son fructíferas "si se aprovechan bien", alertó el presidente del BID, el colombiano Luis Alberto Moreno, quien recalcó que "lamentablemente" la región aún no está preparada "para aprovechar las oportunidades" que se le abren.
Por ello, demandó la puesta en marcha "con firmeza y rapidez" de unas "reformas estructurales" que, aclaró, deben adecuarse a las características propias de cada país, para acelerar el crecimiento y consolidar los progresos sociales alcanzados por América Latina en la última década.
La prioridad "superlativa" debe ser una reforma educativa orientada a mejorar la calidad de la enseñanza, sin dejar de lado otros asuntos como la "renovación" de la salud y la seguridad social y la justicia.
También deben favorecerse las inversiones en infraestructura y logística, reducir la brecha digital e impulsar la lucha contra el crimen y la inseguridad, entre otros.
El presidente panameño, Ricardo Martinelli, que participó en la inauguración de la Asamblea en calidad de anfitrión, alertó de que Latinoamérica no debe dejar pasar la oportunidad que ahora tiene de dar el salto al desarrollo.
Ya ha sido "un siglo perdido por malos políticos", dijo Martinelli, quien exhortó a la región a seguir el ejemplo de Panamá, que dedica el 42% de su gasto a la inversión, según declaró en el mismo acto el ministro panameño de Finanzas, Frank De Lima.
La necesidad de reformas profundas no es exclusiva de región y aplica también al BID, que emprendió un proceso en ese sentido hace ya dos años, cuando aprobó un aumento de capital de US$70.000 millones.
Fernando Lorenzo, ministro de Economía de Uruguay y quien este sábado entregó a su colega panameño la presidencia de las asambleas de gobernadores, afirmó que si bien el organismo ha cumplido la "gran mayoría" de las reformas planteadas en 2010, "quedan desafíos pendientes".
Entre ellos mencionó "la formulación e implementación de una visión renovada para las operaciones del sector privado", el cual "continúa mostrando problemas de coordinación entre sus diferentes ventanillas, fragmentación en su estructura de gobernanza, y un marcado subaprovechamiento de sinergias".
La Administración del BID debe además hallar una "solución que dé continuidad" al Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), "que ha sido efectivo en la búsqueda de respuestas no convencionales para el desarrollo de la micro y pequeña empresa".
Otro desafío que tiene por delante el organismo multilateral es su capacidad de satisfacer la demanda de crédito que se prevé tenga en los próximos años.
Los gobernadores del BID, que son los ministros de Economía y/o los presidentes de los bancos centrales de los 48 países miembros, analizarán un informe según el cual "la demanda anual promedio de recursos con garantía soberana del BID se ubicará muy por encima de su capacidad actual de financiamiento", dijo Lorenzo.
En dicho estudio, "el promedio estimado de la demanda anual de recursos del BID para operaciones con garantía soberana se cifra entre 14.400 y 19.800 millones de dólares en el período 2012-2020", reveló por su parte la ministra brasileña de Planificación, Miriam Belchior.
"Se trata de cuantías muy superiores a las que el Banco está en condiciones de prestar tras el Noveno Aumento del Capital", que tuvo lugar hace apenas tres años y ascendió a US$70.000 millones, lo que constituyó el mayor aumento de capital de la institución, añadió Belchior en una declaración escrita.
El BID prevé financiar este año proyectos en América Latina por un total de US$12.000 millones, unos 2.000 para proyectos del sector privado y 10.000 para los del sector público, según dijo Moreno.