La moneda estadounidense cerró la semana en Paraguay con una baja de 15 puntos y se cotizó en G.4.090 en la compra y G.4.125 en la venta.

En las seis primeras semanas de este año, la moneda estadounidense se depreció, en promedio, 2,5% ante la moneda paraguaya. Según analistas, este escenario se observa en muchos otros países, por lo que el momento puede ser aprovechado para incrementar las compras, porque las fuerzas pueden volver a equipararse con un repunte de la cotización de la divisa.

El dólar cerró la semana con una baja de 15 puntos y se cotizó en G. 4.090 en la compra y G. 4.125 en la venta.

En lo que va del año, la moneda estadounidense se depreció 225 puntos frente al guaraní. Igual comportamiento tuvo ante las demás monedas regionales, al menos en las dos últimas semanas. En lo atinente al contexto interno, según Roland Holst, miembro del directorio del Banco Central, debe analizarse la película en forma más extensa, dada la coyuntura que se espera para el 2013. “La película no termina aquí, se tiene que mirar para adelante, lo que se viene para el resto del año”, dijo.

Según Holts, para los próximos meses está previsto un ingreso masivo de dólares por las exportaciones, en tanto que, por otro lado, se espera que el sector público se desprenda de algunos guaraníes para cubrir compromisos de afuera, por lo que demandará dólares, equilibrando de esta forma el mercado. “Las fuerzas se van a ir equiparando, de los que demandan y ofertan dólares, pero no ocurre siempre en el mismo momento”, agregó.

Algunos importadores aprovechan el momento para incrementar sus inversiones, ya que un dólar bajo favorece en parte la dinámica de las compras que se realizan afuera. En el primer mes del año, las importaciones ya tuvieron un repunte de 28,2%, que va de la mano con la expectativa de crecimiento del PIB para este ejercicio, que es de 11% según las estimaciones oficiales. Holts explicó que las importaciones generalmente reaccionan ante un tipo de cambio; si baja, las importaciones aumentan, dijo.

Agregó que el Banco Central está monitoreando el desenvolvimiento del mercado, y que en la medida que este requiera una intervención, especialmente cuando el sector público haga movimientos importantes de divisas que pueden causar alguna distorsión en el mercado de cambios, el BCP entrará a comprar o vender, según la necesidad.