La volátil situación en Europa y España sumado a las proyecciones internacionales mantienen la incertidumbre entre los líderes europeos ante el próximo escenario en los mercados.
La inestable e incierta condición económica actual de España llevaron al euro a su valor máximo en un mes, situándolo en US$1,314. Esto, ante la creciente y variada especulación de que el gobierno español solicite un rescate el próximo mes (aunque Rajoy admitió que no existe urgencia para tal propósito) y la reafirmación de la calificación del grado de inversión de España por parte de Moody's.
En base a la predisposición del Banco Central Europeo (BCE) para comprar sus títulos, la agencia mantuvo la calificación crediticia de España en "Baa3", un escalón por encima de la categoría especulativa o de ser "bono basura".
Por su parte, en la cumbre de la Unión Europea en Bruselas, los funcionarios intentarán superar profundas diferencias sobre planes para una unión bancaria aunque no se esperan decisiones sustanciales, lo que reaviva las preocupaciones sobre el nivel de compromiso que existe en abordar una crisis de deuda que ya tiene tres años.
Asimismo, desde que el BCE anunció el mes pasado que estaba preparado para comprar cantidades ilimitadas de bonos de los países de la Eurozona que se encuentren en problemas, bajo estrictas condiciones, los costos de endeudamiento de los gobiernos han caído fuertemente y se ha disipado en parte la presión de los mercados por actuar rápido para resolver la crisis.
Los rendimientos de los títulos a diez años de Irlanda, Italia y España bajaron entre 1 y 1,5 puntos porcentuales en las últimas seis semanas, lo que refleja un nivel mucho más reducido de riesgo y limitando la necesidad de una intervención inmediata.
En tanto, la rentabilidad que ofrecen los bonos soberanos españoles es la más baja desde abril de este año, mientras que la de los italianos disminuyeron a su menor nivel desde el mes de marzo.
Por otro lado, el yen cayó a su piso frente al dólar en casi un mes después que un informe del Nikkei indicó que el Banco de Japón (BoJ) enfrentará presiones para incrementar los estímulos monetarios en su próxima reunión que finalizará el 30 de octubre.
Otro factor importante para la evolución del euro son las elecciones de noviembre en los EE.UU., y cuáles acciones políticas se tomarán luego de que se conozca el ganador. Los inversores están preocupados por la posibilidad que finalmente se produzca un “fiscal cliff”, que es la expiración de los recortes fiscales y de gastos de la era Bush.
En lo que respecta a la Eurozona, se espera que el PIB real experimente un crecimiento a nivel interanual durante el próximo año y que el BCE baje las tasas de interés hasta el 0,5% en el cuarto trimestre de 2012, y que las mantenga estables a lo largo de 2013.
En cuanto a la inflación, otro tema que siguen de cerca las autoridades monetarias del bloque regional, se estima un nivel del 2,40% para fines de este año. Por su parte, para los cuatro trimestres de 2013 se pronostican ligeras bajas entre valores de 2,10% y 1,90%.
Además, la tasa de desempleo en la Eurozona seguiría en ascenso, y se ubicaría en un valor de 11,90% a fines de este año, para alcanzar el 12,10% en 2013.