Alejandro Werner, director del FMI para el hemisferio occidental, dijo que la mayor incertidumbre está en cómo Argentina cambia sus políticas para hacer que la nueva deuda sea sostenible.

Todavía hay mucha incertidumbre sobre el camino de la política económica de Argentina para hacer sostenible la deuda del país, dijo este jueves un funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Siempre hay al menos dos etapas en cualquier reestructuración. Una es cómo cambia los términos de sus contratos de deuda, la otra es cómo cambia sus políticas para hacer que la nueva deuda sea sostenible. Y creo que esa segunda etapa es donde tenemos mucha incertidumbre", dijo Alejandro Werner, director del FMI para el hemisferio occidental, en un evento organizado por S&P Global.

Argentina y el FMI están en negociaciones para reemplazar un fallido programa firmado en 2018 por el cual el país sudamericano le debe al organismo alrededor de US$45.000 millones.

Inicialmente, el fondo y el gobierno esperaban cerrar un acuerdo entre abril y mayo, pero ambos han descartado cualquier referencia a ese cronograma.

El representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, dijo que el país sudamericano solicitó al organismo la negociación de un programa de facilidades extendidas.

"Hay una dimensión de calendario, una dimensión técnica y una dimensión de definiciones políticas. En lo técnico, el primer vencimiento de capital del préstamo del 2018 ocurre en septiembre de este año. Si vamos a refinanciar el programa, deberíamos tener cerrado algo antes", explicó

"Si vamos a cancelarlo parcialmente de otra forma y después refinanciar, puede ocurrir después", agregó el funcionario en declaraciones a radio 530.

Los inversionistas esperan ampliamente que no se llegue a un acuerdo antes de las elecciones legislativas a fines de octubre, en momentos en que la deuda externa nominada en dólares de Argentina cotiza a unos 30 centavos por dólar.

"Idealmente, el total de las acreencias se podría refinanciar antes, si cerramos un programa antes, si estás en la mitad del proceso electoral, no es lo ideal. Son definiciones y uno las va articulando, esos son los plazos", afirmó.

A fines del mes pasado, el ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo que se realizaron "pasos importantes" para avanzar en las negociaciones días después de que la vicepresidenta Cristina Fernández dijera que el país carecía de efectivo suficiente para devolver al fondo.

Werner reconoció que el FMI ve una división dentro del gobierno argentino.

"Parece haber diferencias de opinión significativas dentro de los aliados políticos del presidente (Alberto) Fernández sobre la dirección en la que deben ir, tanto en materia de políticas como en relación con las negociaciones con el FMI", afirmó.

El Ministerio de Economía de Argentina no realizó comentarios al pedido de Reuters.

Algunos acreedores privados con los que Argentina llegó a un acuerdo de reestructuración el año pasado se han quejado del lento avance de las conversaciones, el debate político en torno al acuerdo y la falta de una política económica clara por parte del Gobierno.

"Estamos trabajando para estar preparados cuando el Gobierno realmente quiera concretarlo y acelerarlo. Creo que estamos en condiciones de hacerlo, pero es cierto que es obvio que las negociaciones se han prolongado más", dijo Werner.

"Hay una interpretación de nuestra parte de que tal vez el gobierno sienta que será mucho mejor emprender esta negociación política después de las elecciones", estimó.

Ambas parte dicen que las negociaciones siguen siendo "constructivas".

Argentina está enfrentando la segunda ola de infecciones de COVID-19, con casos récord en los últimos días, aunque el Gobierno busca evitar bloqueos generales para proteger una incipiente recuperación económica.

La alta inflación, que podría alcanzar 50% este año según estimaciones privadas, preocupa dado que afectaría el crecimiento de la economía.