¿Qué herencia le deja Carstens a su sucesor en el Banco de México? No podrá decir que cumplió con su tarea completamente. La tasa anual de la inflación en octubre fue de 6,37%, muy por encima del techo objetivo de Banxico de 4%.
El jueves 9 de noviembre de 2017 el Inegi publicó la inflación del mes de octubre. Esta variable rige el quehacer del banco central.
Unas horas después Carstens, y los otros miembros de la junta de gobierno del Banco de México, mantuvieron la tasa de interés de referencia para la economía mexicana sin cambios, en 7%. Así prácticamente se cierra su mandato.
¿Qué herencia le deja Carstens a su sucesor en el Banco de México? No podrá decir que cumplió con su tarea completamente. La tasa anual de la inflación en octubre fue de 6,37%, muy por encima del techo objetivo de Banxico de 4 por ciento.
Pero sí podrá presumir que deja la casa en orden, sin que su principal objetivo, la estabilidad de precios, se vea amenazado en México.
Y sin duda la tarea no ha sido fácil porque la economía del país ha sufrido cuatro shocks: el derrumbe de los precios del petróleo; la victoria de Donald Trump; el “gasolinazo”; y el ciclo de normalización monetaria en Estados Unidos.
El colapso en las cotizaciones del crudo se empezó a producir a mediados de 2014. El desplome de los precios del petróleo junto con un nivel bajo de tasas (en aquel entonces de 3%) y un magro crecimiento económico significó la primera convulsión para el peso.
Ante esa situación, Carstens reaccionó con decisión: junto con la SHCP, Banxico anunció inéditamente un aumento en las tasas de interés 50 puntos base, fuera de una reunión calendarizada 50 puntos base; además modificaba su estrategia de intervención cambiaria por una más discrecional.
Desde ese momento Banxico comenzó a subir las tasas de interés gradualmente. Esto ayudó a contener la depreciación del peso. Poco después la figura de Trump como candidato a la presidencia de Estados Unidos comenzó a surgir.
Lo peor llegó el 8 de noviembre de 2016: Trump se alzó con la victoria con discurso anti-TLCAN, lo que afectó a México en horas el peso subió de 18.17 a 22 pesos.
Para colmo, el control de la inflación se le fue de las manos a Banxico en enero, cuando el gobierno anunció el llamado “gasolinazo”.
El caso es que Carstens no se ha escondido ante los shocks que ha sufrido la economía y las ha enfrentado con decisión, a su manera, con reglas claras que ha deletreado al mercado y que ha cumplido íntegramente; sobre todo el ritmo de aumentos de tasas que planeaba.
El Banco de México es el que más ha apretado su política monetaria en el mundo, durante los dos últimos años: elevó la tasa de interés de 3 a 7 por ciento.
Su política, implacable, logró reconducir la situación: el peso se ha estabilizado y hay signos de que la inflación ya tocó su techo.
Por tanto, Banxico ha hecho ya el trabajo sucio a su sucesor y le entrega una situación ordenada. Además, la institución cuenta con una espectacular coraza de reservas internacionales de casi 175 mil millones de dólares más la Línea de Crédito del FMI de 86 mil millones de dólares. Y, pese a la agresiva política monetaria de Banxico, la economía mexicana ha logrado sostener su ritmo de crecimiento.
Lo que se viene de aquí en adelante tampoco es fácil. Todo apunta a que la Fed continuará con su ciclo de aumentos de tasas; los riesgos de que las negociaciones del TLCAN descarrilen no se diluyen; y existe incertidumbre política con las elecciones de 2018.
Todo eso son factores que pueden provocar nuevas sacudidas en el peso mexicano.
Carstens entrega un Banxico que como institución ha ganado credibilidad e independencia, que ha fortalecido su transparencia y que deja el sistema financiero mexicano saneado.