Este sistema permite que los empleados reserven parte de su salario en una cuenta individual de ahorro, que luego se convertirá en el respaldo de su pensión.
El ahorro para una pensión, en lugar de ser una condición social básica, se parece más a un privilegio. La Fundación doctor Guillermo Manuel Ungo (FUNDAUNGO) calcula que tres de cada cuatro personas aptas para trabajar no están cubiertas por el sistema previsional.
Este sistema permite que los empleados reserven parte de su salario en una cuenta individual de ahorro, que luego se convertirá en el respaldo de su pensión. Este dinero está bajo la custodia de las administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
FUNDAUNGO hizo los cálculos a partir de los datos correspondientes a 2013 de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF), que vigila y regula a las AFP.
La superintendencia consigna que, a enero de 2014, la cantidad de cotizantes (que aportan a su cuenta de ahorro) llegó a 672.606, mientras que la población afiliada o registrada en el sistema es de 2.699.957. Esto significa que solo el 24,91% de los afiliados está dando un aporte activo.
La SSF también revela que para enero pasado, la cantidad de empleados que ahorra dentro del sistema anterior, el público, ha bajado de 14.845 a 14.152 (un 4,7% menos). Mientras que en el sistema privado, de las AFP, los cotizantes subieron a 658.454, un aumento estimado en 4,3%.
La falta de cobertura es parte de una “agenda mínima” que FUNDAUNGO propone para una reforma profunda del sistema previsional. La fundación incluye otros temas como la sostenibilidad financiera, la suficiencia o capacidad para enfrentar los pagos futuros, el fortalecimiento institucional y la equidad.
Sobre ese último punto, la equidad, FUNDAUNGO señala que la edad de retiro puede afectar la expectativa de ingreso para las mujeres. La ley establece que las mujeres pueden jubilarse a los 55 años y los hombres a los 60. Esto, se advierte, les da menos tiempo para ahorrar para su pensión. Pero, además, hay otros factores como la diferencia en el salario que se recibe (las mujeres ganan 16,3% menos, según organizaciones feministas) y la esperanza de vida, pues las mujeres suelen vivir más y “se enfrentan a un mayor período de retiro con un menor saldo en la cuenta individual”, según FUNDAUNGO.
El Gobierno aún no ha presentado al público el diagnóstico hecho a todo el sistema, que incluye la situación actual y los cálculos futuros. Después de tener este diagnóstico, se espera discutir un conjunto de reformas al sistema, según han planteado funcionarios del Ejecutivo.
En 2012 entró en vigor un primer pliego de reformas que incidieron sobre la capacidad de pago del Gobierno y sobre el ahorro mensual del trabajador, pero no resolvieron los desafíos futuros. FUNDAUNGO propone que la reforma integral que surja del diálogo social podría garantizar la sostenibilidad de las medidas adoptadas.