Gustavo Petro, exmiembro de la desaparecida guerrilla del M-19, quiere reformar a la petrolera estatal Ecopetrol, la mayor empresa del país sudamericano, para reorientarla hacia la energía renovable.
Bogotá. Los inversores en los sectores petrolero y minero de Colombia tienen mucho en juego en la elecciones presidencial de este domingo, en las que el líder en los sondeos promete medidas favorables para revivir la producción, mientras su rival de izquierda quiere terminar con la dependencia del crudo y el carbón.
Gustavo Petro, exmiembro de la desaparecida guerrilla del M-19, quiere reformar a la petrolera estatal Ecopetrol, la mayor empresa del país sudamericano, para reorientarla hacia la energía renovable.
Ecopetrol, que ganó US$920 millones en el primer trimestre, es responsable de cerca del 60% de la producción de crudo de Colombia, alrededor de 830.000 barriles por día, y opera la infraestructura de oleoductos para exportación. Los productores privados incluyen a Frontera Energy, Occidental y Mansarovar.
Con las actuales tasas de producción, Colombia tiene solo seis años de petróleo, según el Ministerio de Minas y Energía, y se necesitan inversiones urgentes en exploración para reemplazar las reservas.
Petro también encendió las alarmas con la promesa de dejar que los contratos de minería de carbón caduquen en Colombia, que con ventas anuales de US$7.000 millones es el quinto exportador más grande del mundo.
Sin embargo, el favorito para ganar la elección del domingo, el derechista Iván Duque, tiene posiciones diametralmente opuestas, comprometiéndose a recortar impuestos y aumentar la competitividad de Colombia en las industrias extractivas.
"No podemos hacer política acabando sectores productivos", dijo Duque a Reuters. "No somos un país petrolero, somos un país con potencial. Hay que seguir con la exploración de convencionales y costa afuera para que nosotros mantengamos un aporte en divisas que nos traen las exportaciones de petróleo".
Ecopetrol no quiso hacer comentarios, pero dijo que cualquier transición a las energías renovables debería ser de manera ordenada.
Las empresas del sector ya están lidiando con problemas de seguridad, así como con referendos locales y sentencias de tribunales que han obstaculizado importantes proyectos mineros en la cuarta economía de América Latina.
"Obviamente, nos gusta Duque", dijo el presidente ejecutivo de Continental Gold, Ari Sussman, durante una visita al proyecto Buriticá de la compañía, que comenzará a producir en el 2020.
"No creo que (Petro) sea bueno para Colombia, porque creo que todo se congelará", agregó, refiriéndose a los cuellos de botella legislativos que podría causar la falta de apoyo de la izquierda en el Congreso.
AngloGold Ashanti suspendió un proyecto de US$2.000 millones el año pasado después de que la comunidad votó para prohibir la minería en su territorio.
Un reciente documento de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), que representa a los productores privados de crudo, advirtió que los referendos planeados ponen en riesgo una quinta parte de la producción petrolera.
Propuestas que alarman. No obstante, Petro ha expresado un fuerte apoyo a esas consultas populares y quiere prohibir la minería a cielo abierto, que representa casi toda la producción de carbón y oro de Colombia.
Aunque Petro, de 58 años, se encuentra en las encuestas unos 20 puntos debajo de su rival Duque, de 41 años, sus propuestas económicas despiertan alarma entre algunos inversionistas.
Según la revista Semana, compradores de bienes raíces están pidiendo una "cláusula Petro" en la que se condiciona el cumplimiento de los contratos a que el líder de izquierda no gane.
"Existe una preocupación unificada sobre lo que Petro ha propuesto económicamente", dijo el analista Sergio Guzmán de Control Risks. "Las posibilidades de que suceda son escasas, pero el miedo no deja de estar ahí".
La solución de Duque al problema de las menguadas reservas de Colombia es alentar la inversión en exploración que, según él, podría proporcionar años más de producción de petróleo, sin detallar cifras.
La ACP dice que la industria necesitaría gastar hasta 7.000 millones de dólares al año para mantener la producción entre 800.000 y 860.000 barriles por día.
Las compañías petroleras privadas planean invertir hasta 4.900 millones de dólares este año, mientras que Ecopetrol anunció un presupuesto de hasta 4.000 millones de dólares.
Duque prometió recortes tributarios para el sector e inversión en las refinerías de Ecopetrol destinadas a permitir que Colombia exporte más derivados con mayor valor. El país exporta más de 300.000 barriles por día de petróleo y subproductos a Estados Unidos, de acuerdo con la Administración de Información de Energía de Estados Unidos.
"Duque reforzará la confianza de los inversores extranjeros en las industrias extractivas", dijeron a Reuters las analistas Molly Shutt y Mara Roberts Duque de BMI Research en una respuesta por escrito a las preguntas sobre los planes de los candidatos.
Más seguridad. Duque también se comprometió a mejorar el transporte de crudo, como parte de mejoras industriales de US$10.000 millones, y a reforzar la seguridad para frenar los ataques a los oleoductos perpetrados por rebeldes de la guerrilla izquierdista del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Los atentados con explosivos han mantenido fuera de operación desde enero el oleoducto Caño Limón, que se extiende desde el oriente en la frontera con Venezuela hasta la costa del Caribe. El Oleoducto Transandino también fue afectado recientemente por los ataques.
La ACP no quiso hacer comentarios sobre las propuestas de los candidatos, pero advirtió sobre el efecto dañino de las consultas populares, los altos impuestos y los atentados a los oleoductos.
Petro ha dicho que reemplazará los ingresos del petróleo y la minería que se perderán en el transcurso de una década con la producción agrícola, que según él proporcionará más empleos. Su plataforma menciona la producción de alimentos, pero no ha entregado más detalles.
Pese a la reiterada promesa de Petro de ayudar a los campesinos pobres con una reforma agraria, el gremio agrícola, que incluye a los productores de café, hizo un inusual respaldo presidencial la semana pasada a Duque, quien prometió modernizar la industria, incentivando un aumento de la producción agrícola con recortes de impuestos y créditos.
La promesa de Petro de comprar tierras improductivas para entregarlas a los campesinos pobres ha suscitado preocupación. Los opositores dijeron que la retórica se asemejaba a la expropiación practicada por los líderes socialistas en la vecina Venezuela, que se encuentra en una profunda crisis económica y social. Petro niega que habrá expropiaciones.