El presidente del Banco Nacional de Suiza (SNB, por sus siglas en inglés), Thomas Jordan, ha sido uno de los más vociferantes y habló este jueves sobre imponer controles de capital para detener una fuerte alza del franco suizo.
Tokio/Zurich. La amenaza de que se produzca una agitación en los mercados mundiales la próxima semana en caso de que las elecciones en Grecia dan lugar a una alarma financiera en la zona euro tiene a autoridades desde Pekín a Zúrich preparándose para proteger a sus monedas y economías ante un panorama adverso.
El presidente del Banco Nacional de Suiza (SNB, por sus siglas en inglés), Thomas Jordan, ha sido uno de los más vociferantes y habló este jueves sobre imponer controles de capital para detener una fuerte alza del franco suizo.
"El SNB no va a tolerar esto", dijo sin rodeos.
Suiza no está solo. El Banco de Japón está dando prioridad a la estabilidad del mercado, según una fuente, y economistas han dicho que la principal preocupación de la entidad sería frenar la salida de yenes.
La intervención sería una respuesta probable de las autoridades en caso de que el yen se aprecie demasiado.
Se especula incluso de una respuesta global de los líderes del grupo de economías ricas y emergentes del G-20, que se reunirán en México la próxima semana, aunque hasta el momento no existen evidencias claras al respecto.
India cuenta con una amplia gama de grupos de gestión de crisis dentro de su Gobierno, creados para enfrentar los problemas desencadenados por la crisis financiera en la zona euro, de acuerdo con Kaushik Basu, asesor jefe en materia económica del ministro de Finanzas.
En China, los principales organismos, entre ellos el banco central, han analizado planes similares, dijeron fuentes la semana pasada. Las medidas pueden incluir acciones para la estabilización constante del yuan y la intensificación de políticas destinadas a estabilizar la economía, dijeron.
La gran preocupación de todos estos países, y otros en Europa y América, es que una victoria el domingo de los partidos griegos que se oponen a las medidas austeridad vinculadas a su segundo rescate, profundice la crisis de la zona euro y lleve al país hacia una salida del bloque monetario.
En estos momentos ya hay signos de contagio. Los rendimientos de los bonos españoles a 10 años aumentaron este jueves por encima del 7%, algo inédito en la era euro, alcanzando un nivel que es visto ampliamente como insostenible.
Todo esto ha generado preocupaciones de que se produzca una convulsión financiera mundial similar a la que siguió al colapso de Lehman Brothers en el 2008.
"Los problemas de deuda de Europa son el mayor riesgo para la economía mundial y japonesa", dijo esta semana al Parlamento el gobernador del Banco de Japón, Masaaki Shirakawa.
"Una pérdida de la estabilidad del mercado llevará a una crisis económica grave, que ya experimentamos durante la crisis de Lehman", agregó.
Noruega también podría sufrir un aumento de capital especulativo y reduciría las tasas de interés en caso de que necesite frenar con urgencia su moneda, mientras que Dinamarca se encuentra en una situación similar.
Suiza ya está trabajando para proteger su economía de de un franco incontrolable, algo que daña las exportaciones y aumenta el peligro de la deflación.
El país impuso un tope de 1,20 francos para el euro en septiembre pasado y se comprometió el jueves a defenderlo.
"Incluso al ritmo actual, el franco suizo sigue estando alto. Otra apreciación tendría un grave impacto en los precios de ambas (monedas) y en la economía en Suiza", dijo Jordan, presidente del Banco Nacional Suizo.
"Si es necesario, (el banco) está listo para adoptar nuevas medidas en cualquier momento", agregó.