El uso de nuevas tecnologías para extraer los combustibles fósiles atrapados en el esquisto ha transformado al sector de energía de Estados Unidos.
Washington. La bonanza del petróleo y el gas en Estados Unidos está reduciendo el desempleo ya que ha abierto un total de 1,7 millones de puestos de trabajo este año, un número que va a aumentar hasta casi 3 millones al 2020, dijo un importante consultor en un estudio divulgado el martes.
El informe del pronosticador IHS Global Insight es parte de una serie de trabajos que intenta cuantificar el impacto que ha tenido la bonanza en la producción del llamado petróleo y gas "no convencional" en la economía de Estados Unidos.
El uso de nuevas tecnologías para extraer los combustibles fósiles atrapados en el esquisto ha transformado al sector de energía de Estados Unidos.
Tras cinco años de rápido crecimiento, el petróleo no convencional es responsable por cerca de 2 millones de barriles por día de la producción estadounidense en el 2012, afirmó IHS. Se prevé que la producción total de crudo estadounidense promedie 6,3 millones de barriles diarios, según la Administración de Información de Energía.
El petróleo no convencional superará a la producción de crudo extraído en forma convencional al 2015 y alcanzará cerca de 4,5 millones de bpd al 2020, lo que representará cerca de dos tercios del total del petróleo estadounidense y producción de condensados, dijo IHS.
"¿En qué punto dejas de llamar a esto 'no convencional'?", comentó en una entrevista John Larson, vicepresidente de la empresa y autor principal del estudio.
"Esto se va a convertir en la convención", agregó.
El presidente Barack Obama citó un informe previo de la serie de IHS en su último discurso sobre el Estado de la Unión, que documentó 600.000 empleos creados por el sector de gas natural.
Desde entonces, esa estimación de empleo por gas natural ha aumentado a 900.000 empleos, aseguró Larson.
IHS prevé que al 2020 habrá 1,3 millones de empleos adicionales en petróleo y gas no convencional y el sector contribuirá más de 416.000 millones de dólares a la economía.
El reporte es publicado en momentos en que la Agencia de Protección Medioambiental considera qué rol debería jugar en regular el fracturamiento hidráulico, la tecnología usada por perforadores para arrojar arena, agua y químicos a la roca de esquisto para recuperar petróleo y gas.
