Entre enero y mayo de este año el déficit comercial fue superior a los US$550 millones; en esos primeros cinco meses se han logrado colocar en el mercado brasileño productos por US$505 millones.
Iban entrando al avión con alegría, sonrientes y con optimismo. Al menos 135 empresarios con pretensiones de convertirse en exportadores y ganar terreno en un mercado esquivo para los intereses colombianos volaron a Brasil; un subcontinente dentro del continente, un país extraño por lo desconocido pero con la esperanza de ser ‘conquistado’.
Es necesario voltear la balanza comercial a favor de Colombia, ahora está en el terreno de ellos: entre enero y mayo de este año el déficit comercial fue superior a los US$550 millones; en esos primeros cinco meses se han logrado colocar en el mercado brasileño productos por US$505 millones y ellos nos han respondido con mercancías por US$1.054 millones.
Para revertir esa tendencia, la estatal oficina Promotora de Turismo, Inversión y Exportaciones (Proexport) reunió a un puñado de ambiciosos industriales emprendedores, los ‘metió’ en un avión y los puso en medio de cientos de empresarios curtidos de ganar negocios con chinos, rusos, japoneses, estadounidenses, árabes y alemanes. No son primíparos; son aventajados en negocios internacionales.
Los 135 emprendedores colombianos se la juegan en la Macrorrueda de negocios con Brasil. Hay que intensificar el intercambio comercial; pero que las cifras dejen de ser negativas para Colombia: en 2010 las exportaciones a Brasil no superaron los US$1.040 millones y las importaciones locales desbordaron ampliamente esa cantidad, pues sobrepasaron los US$2.248 millones, con un saldo negativo para el país de US$1.208 millones.
Para librar esa titánica batalla comercial están empresarias como Patricia Serna, directora administrativa de la sociedad chocolatera Frugen de Manizales que aceptó el reto. Piensa ganar un mercado donde los brasileños con los cuartos mejores productores de chocolate en el mundo. Ya dio un primer paso, busca convencer a nueve potenciales compradores. En Colombia hace presencia en mercados de Bogotá, Medellín y el Eje Cafetero. No descarta exportar a Canadá, Estados Unidos y España.
La secunda, Felipe Morell que con su empresa Digitz Film empresa de comunicación y video, busca ganar terreno donde ellos son fuertes. Felipe no se desamina y en su portafolio de argumentos comerciales lleva la constancia que Digitz Film participó en la realización de películas animadas como Era de Hielo 2 y la cinta Tarzán 2, otras de Disney también vieron el aporte de esta sociedad colombiana. Hans Bochlke espera convencer a alguno de los 15 empresarios brasileños que su diseño soluciones para celulares para empresas y usuarios comunes, sin internet, es una novedad. Su producto lo conocen clientes de los principales países de Centroamérica, Bolivia, Perú, en Kenia y Bangladesh.
Lo cierto es que estos colombianos no se van a ir con las manos vacías, las expectativas de negocios puede superar ampliamente los 600 millones de dólares en una primera etapa; hay que tener en cuenta que muchos contactos comienzan a florecer hasta dos años después, comenta un funcionario, que prefirió el anonimato, de la estatal Propexport. De Brasil, la ola de colombianos en busca de negocios ya mira a otro país como México.