Los trabajadores italianos declararon, en promedio, 19.810 euros al año, mientras los empresarios que los contrataron dijeron que se habían embolsado apenas 18.170 euros de ingresos anuales en promedio.

Milan. En un país sumamente afectado por una profunda crisis económica, los empresarios italianos dicen estar sufriendo más que quienes trabajan para ellos, al menos si se tiene en cuenta sus declaraciones anuales de renta.

Los datos difundidos por el Tesoro esta semana indicaron que en 2010, un año de transición entre la crisis de crédito y la emergencia de la zona euro, los trabajadores italianos declararon, en promedio, 19.810 euros al año.

Pero los empresarios que los contrataron dijeron que se habían embolsado apenas 18.170 euros de ingresos anuales en promedio.

Según los datos del ministerio, 20,2 millones de contribuyentes, o un 49% del total, declararon unos ingresos anuales de no más de 15.000 euros, y 14 millones informaron de unos ingresos de 10.000 euros o menos.

En parte, las cifras reflejaron un fenómeno genuino de niveles a la baja de ingresos reales, subrayados por datos que el viernes mostraron que el aumento de los salarios se situó por debajo de la inflación por tercer mes consecutivo.

No obstante, también sugirieron una declaración de ingresos sustancialmente baja y una extendida evasión de impuestos.

"Los datos difundidos por el Ministerio de Finanzas dibujan de nuevo una imagen vergonzosa de la evasión de impuestos", dijo Pier Luigi Bersani, funcionario del Partido Democrático de centroizquierda, destacando un problema profundamente enraizado.

Los datos contrastaron con los lujos que se exhiben en público en las ciudades más ricas y centros vacacionales de Italia y subrayan el desafío al que se enfrentan las autoridades fiscales que tratan de terminar con un fenómeno que se estima cuesta a Italia unos 120.000 millones de euros al año.

Las autoridades fiscales italianas, que recuperaron unos 12.700 millones de euros de evasores de impuestos el año pasado, han intentado supervisar las diferencias entre los bajos ingresos declarados y el elevado gasto en bienes de lujo como autos deportivos y yates.

Tras años de inacción, el primer ministro Mario Monti ha impulsado medidas drásticas para contener la abultada deuda pública del país, la segunda en la zona euro y equivalente al 120% del PIB.

Pero los datos del Ministerio de Economía ilustraron la escala de la labor que afronta el fisco.

Pese a tener una riqueza privada combinada estimada en 8,8 billones de euros, casi tres veces la deuda pública del país, sólo un 1% 5de los contribuyentes declaró ingresos que superan los 100.000 euros anuales, y sólo 30.500 personas dijeron ganar más de 300.000 euros.

Aún así, cada año más de 200.000 compradores pueden adquirir un auto de lujo que cuesta en promedio unos 103.000 euros, según datos publicados el sábado por el diario La Repubblica.

Lombardía, la potencia financiera y de negocios de Italia, surgió una vez más como la región más rica del país, con ingresos medios per cápita de 22.710 euros. Calabria, en el sur, fue la más pobre con 13.970 euros.