"Se ha empezado a trabajar en una agenda bilateral" que incluye acuerdos comerciales, financiación y acceso a los mercados, dijo a periodistas el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (AmCham), Alejandro Díaz.
Buenos Aires. Directivos de empresas estadounidenses con negocios en Argentina ven con optimismo el futuro del país, a días de una visita oficial a Buenos Aires del presidente Barack Obama que podría atraer nuevas inversiones.
"Se ha empezado a trabajar en una agenda bilateral" que incluye acuerdos comerciales, financiación y acceso a los mercados, dijo a periodistas el presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (AmCham), Alejandro Díaz.
El Gobierno del presidente Mauricio Macri, visto como más amigable con los mercados tras más de una década de políticas de izquierda y un acuerdo para salir de una cesación de pagos, ha sido clave para la llegada de nuevas inversiones a Argentina.
El país sudamericano alcanzó esta semana un principio de acuerdo con sus acreedores "holdouts" más importantes, con lo que pondría fin a una disputa judicial por deuda soberana impaga que mantiene el país desde hace 14 años y a la vez ayudaría a reanimar su economía.
El empresario Macri, quien asumió a mediados de diciembre, cambió la política económica con una liberación cambiaria y reducciones de impuestos a la exportación, tras años de proteccionismo que derivado en escasez de divisas y un estancamiento de la actividad.
Manuel Aguirre, de la firma de ingeniería y construcción estadounidense CH2M Hill, expresó optimismo. Hay un "cambio de ánimo claro por el nuevo Gobierno", dijo.
Macri anunció la intención de llevar adelante un ambicioso plan de infraestructura, pero ello requerirá de la llegada de capitales para abastecer de dólares al país ante el limitado nivel de reservas del Banco Central.
Varios acuerdos bilaterales está previsto que se firmen durante la visita de Obama, el 23 y 24 de marzo, casi 11 años después de la última a Argentina de un presidente estadounidense.
"Se abre un enorme potencial", sostuvo Facundo Gómez Minujin de la banca JPMorgan.
El pleito con los bonistas que rechazaron reestructurar su deuda y demandaron al país alejó a Argentina de los mercados internacionales de crédito y encareció los costos de financiamiento de las empresas locales.
Una solución abrirá opciones para que fondos de inversión opten por activos argentinos, lo que podría representar un desembarco casi inmediato de unos US$4.000 millones, según una fuente del mercado ligada al mundo empresarial.