Colpensiones liquida una pensión en dos meses, mientras en el antiguo Seguro se demoraban hasta 10 años. Han resuelto 1,8 millones de solicitudes.
Obtener la pensión se ha convertido en toda una odisea para un colombiano. Colpensiones quiere acabar esa pesadilla, pero tiene un obstáculo insalvable: la historia laboral del trabajador. Mauricio Olivera, presidente de la entidad que administra el sistema público de pensiones, dice que Colpensiones está liquidando una pensión, en promedio, en dos meses, y la ley permite cuatro. En diálogo con El Espectador, Olivera advierte que sería un error que las pensiones de los colombianos queden en manos del mercado (financiero).
-¿Cuáles son los resultados de Colpensiones?
Cuando Colpensiones abrió sus puertas en octubre de 2012 y el Seguros Social se le entregó a la liquidadora, el Seguro tenía 80.000 solicitudes atrasadas, entonces Colpensiones se preparó para (solucionar) 110.000. La empresa liquidadora descubrió que la realidad eran 347.008 solicitudes.
-¿Qué está haciendo Colpensiones?
Estamos liquidando una pensión en dos meses, mientras que en el antiguo Seguro (ISS) se demoraban hasta 10 años. En los cuatro años y medio que llevamos hemos resuelto 1,8 millones de solicitudes y tenemos el mismo presupuesto del Seguro Social, menos personas, pero más tecnología. Cuando el ministro de Hacienda me habla de austeridad fiscal, le digo que en la administración del régimen de prima media hemos ahorrado un poco más de un billón de pesos, por ser eficientes. Con el Seguro Social habría por lo menos 600.000 personas esperando la pensión.
-¿Maneja Colpensiones cuentas individuales a través de los Beneficios Económicos Periódicos (BEP)?
En teoría sí, es una cuenta individual. En Colombia trabajan 21 millones de personas, según el DANE. De ellas, sólo siete (millones) cotizan. Es decir, 14 millones de personas no están ahorrando un peso para su vejez. Pero, además de los siete millones que cotizan, sólo dos millones se pensionan; el resto no alcanza a cumplir las semanas para hacerlo.
-¿Cuál es el papel de los BEP en este escenario?
Frente a ese reto tan grande de baja cobertura, el presidente Santos lanzó el programa BEP, que consiste en flexibilidad total, es decir, ahorre lo que pueda cuando pueda. Esta flexibilidad ayuda a acercar el programa a la realidad laboral, que es muy volátil.
-¿Cómo va el programa?
El programa lo lanzó el presidente Santos en julio de 2015 y ya tenemos cerca de 670.000 personas vinculadas. Cerca de 2.000 personas están recibiendo un BEP. La otra población es la que hizo el esfuerzo en el sistema pensional, llegó a la edad y no logró completar las semanas. Ahora puede pasar esos ahorros a BEP y el Gobierno le da el 20 % adicional, lo que le permite recibir una renta vitalicia.
-¿Qué reforma pensional necesita el país?
La reforma no depende de mí. Pero el diagnóstico de los retos del sistema pensional se puede definir en tres grandes dimensiones. Para el Gobierno, lo más importante es la baja cobertura. Sin necesidad de reforma pensional, se lanzó el programa BEP para atacar la cobertura. El segundo punto son las desigualdades, que se pueden dimensionar en dos sentidos: la primera es que la misma persona obtiene una pensión diferente si está en el régimen de prima media o en ahorro individual, y la segunda es que el régimen de prima media da subsidio a todas las pensiones, pero más a las de mayor capacidad de ahorro.
-¿Cómo es?
Una pensión de salario mínimo vale $180 millones. Si una persona cotiza sobre salario mínimo las 1.300 semanas, alcanza cerca de $60 millones; para pagar esa pensión, el régimen de prima media pone $120 millones. Eso, desde mi punto de vista, está bien. La problemática es que las personas con más capacidad de ahorro tienen más subsidios. Si es una mujer que cotiza las 1.300 semanas sobre el tope (25 salarios mínimos), el subsidio puede estar sobre $800 millones. Ahí hay una desigualdad que toca reformar.
-¿Cuál es el tercer elemento?
El tercero es la sostenibilidad financiera de los regímenes. El régimen de prima media no tiene reservas desde 2003, lo cual quiere decir que para pagar las pensiones usamos lo que los cotizantes pagan y usamos lo que las personas traen de los fondos privados, pero tenemos que pedir presupuesto de la Nación.
-¿Eso cuánto cuesta?
Colombia gasta 3,5 % del PIB en pensiones. Lo que siempre me preocupa es que se crea que pueda haber una crisis pensional y que el Estado va a dejar de pagar las pensiones, pero eso es completamente falso. El doctor Montenegro (presidente de Asofondos) habla de $38 billones que pone el Presupuesto. Ahí hay que hacer una claridad: de los $38 billones, 11 son para Colpensiones, que es la entidad que más pensionados tiene: 1’250.000. El resto es para los maestros, que tienen su régimen especial, las Fuerzas Militares y la Policía, además de lo que era Cajanal.
-Muchos piensan que lo mejor para el sistema pensional es acabar con el régimen de prima media. ¿Qué opina?
Eso sería un error grande. En Chile hay marchas contra los fondos privados y están presionando para que se cree una especie de régimen de reparto, que es el que administra Colpensiones. A mí me parece que sería un error que las pensiones de los colombianos queden en manos del mercado (financiero) en su totalidad.