La depreciación del real y el frenazo de la economía bajó 10% el gasto de los turistas brasileños en el extranjero en junio hasta US$1.683 millones, interrumpiendo una racha de récords.
Sao Paulo. El enfriamiento de la economía está adelgazando la billetera de los turistas brasileños, pero no impedirá que continúen regando miles de millones de dólares desde los centros comerciales de Miami a las casas de tango de Buenos Aires.
La depreciación del real y el frenazo de la economía redujeron 10% el gasto de los turistas brasileños en el extranjero en junio hasta US$1.683 millones, interrumpiendo una racha de récords.
¿Consecuencia? La industria brasileña de viajes tuvo que recortar casi a la mitad su proyección de crecimiento para 2012.
"A pesar de todo creemos que vamos a cerrar el año con un aumento de entre 7 y 10% en relación a 2011, que fue un año récord", dijo Leonel Rossi Jr., de la Asociación Brasileña de Agencias de Viajes.
La respuesta está en parte en personas como Nelson Paulino Jr., un empresario de 31 años que decidió apretarse un poco el cinturón antes de renunciar a viajar dos veces al año a Estados Unidos.
"Tuve que pensarlo un poco más, pero decidí hacerlo igual. Tal vez gaste menos. Eso es todo", dijo en la fila del check-in en el aeropuerto de Guarulhos, en las afueras de Sao Paulo.
Paulino empezó a viajar a Estados Unidos en 2008, cuando millones de brasileños recién llegados a la clase media accedieron al crédito y subieron por primera vez a un avión.
Animados por el real, que llegó a ser una de las monedas más sobrevaluadas del planeta gracias al flujo de capitales atraídos por las elevados tipos de interés del país, los brasileños gastaron un récord de US$21.200 millones en 2011.
Los turistas brasileños se convirtieron en una fuerza tan crítica para la economía de algunas ciudades de Estados Unidos que el presidente Barack Obama ordenó a comienzos de este año reducir de 14 a sólo dos semanas el tiempo de procesamiento de visas para los brasileños.
Además de enfrentarse a un dólar que se fortaleció 29,79% frente al real en los últimos 12 meses, los brasileños están ahora preocupados por el enfriamiento de la economía, que debería crecer este año menos de 2% este año, por debajo de la media en América Latina.
"Las familias están más cautelosas tomando en cuenta un alza del endeudamiento y un aumento de la morosidad en los últimos meses", dijo Silvio Campos Neto, un economista de la consultora Tendencias en Sao Paulo.
"Eso lleva a una disminución del fuerte crecimiento de los gastos en los viajes, una tendencia que debe mantenerse por lo menos hasta el fin de este año", añadió.
What crisis? Los nubarrones no parecen sin embargo haber llegado aún al estado de Florida, que espera batir en 2012 el récord de 1,5 millones de visitantes brasileños del año anterior.
"No hemos visto ninguna caída en las cifras. Brasil sigue siendo nuestro principal mercado extranjero, tanto en número de turistas como en la cantidad que gastan", dijo Denise Arencibia, de la agencia de promoción del estado Visit Florida en Miami.
Los brasileños dejaron el año pasado unos US$2.240 millones en Orlando, Miami y otras ciudades del estado, el doble que los turistas británicos.
Además de visitar Disney World, los brasileños viajan a Estados Unidos para comprar desde ropa hasta iPads a precios más competitivos que en casa, donde los productos importados llevan una fuerte carga de impuestos. Según la prensa, el peso de las compras obligó a la aerolínea TAM a aumentar este año la cantidad de combustible en sus vuelos desde Miami.
"Los brasileños tuvieron en el 2011 un impacto económico de US$1.400 millones para la ciudad de Miami", dijo Rolando Aedo, vicepresidente de turismo del Greater Miami Convention & Visitors Bureau.
"El portugués se está volviendo un idioma tan común como el español en Miami", añadió.
American Airlines anunció que agregará en octubre 17 nuevos vuelos a Estados Unidos, incluyendo uno desde Manaos, en medio de la amazonia. Y aún así, los turistas brasileños dicen que el "overbooking" es frecuente para viajar a Estados Unidos.
Otra de las razones de la demanda de viajes internacionales es que, a pesar del dólar, siguen siendo competitivos frente al turismo doméstico.
"Unas vacaciones en Brasil me costarían el doble de lo que estoy gastando en ir a Buenos Aires", dijo Mariana Abdo, una profesora universitaria de 30 años en el aeropuerto de Guarulhos.
Los operadores de turismo dicen, sin embargo, que el apetito de los brasileños por Buenos Aires cayó 10% este año, principalmente por la inflación que encareció hoteles y restaurantes de la capital argentina.
Argentina es el segundo destino de los brasileños con cerca de 1 millón de turistas al año. Le siguen Francia, España e Italia.
La industria brasileña calcula que la demanda debería acelerarse en la segunda mitad de 2012, cuando el gobierno espera que la economía reaccione finalmente a la agresiva batería de estímulos como recorte de tasas de interés.
"Brasil tiene 200 millones de habitantes y el porcentaje de turistas que viajan al exterior es todavía muy pequeño", dijo Rossi Jr, de la Asociación Brasileña de Agencias de Viajes.
"Hay una nueva clase de turistas que todavía no viajaron al exterior y van a comenzar a hacerlo", añadió.