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Entérese de las proyecciones del FMI para las principales economías de la región
Miércoles, Abril 15, 2015 - 17:57

El crecimiento en América Latina y el Caribe continuó desacelerándose hasta concretarse un escenario recesivo, debido a que los países exportadores de materias primas de la región se han visto afectados por la caída de precios de esos productos.

De acuerdo con el último informe del FMI sobre las perspectiva de la economia global, las previsiones para América Latina, no son muy auspiciosas. Recesión, así tal cual. Pese a que la región fue considerada durante el período post crisis de 2008 como una de las zonas con mayor fuerza, al parecer éstas fueron disminuyendo hasta llegar a un crecimiento para este año que llegaría apenas al 0,8%.

En este sentido, el crecimiento en América Latina y el Caribe continuó desacelerándose debido a que los países exportadores de materias primas de la región se han visto afectados por la caída de precios de esos productos. Los déficits en cuenta corriente externa han seguido aumentando en la mayoría de los países de la región, aunque el reciente desplome de los precios del petróleo ha brindado alivio a los importadores netos, particularmente en América Central y el Caribe. El abaratamiento del petróleo también debería contribuir a la desinflación, pero los efectos se verán contrarrestados en parte por el debilitamiento de los tipos de cambio, que han sido cruciales para
facilitar el ajuste externo.

Las monedas en los países con tipos de cambio flexibles reaccionaron rápidamente a los cambios en las perspectivas externas y el debilitamiento de las condiciones internas, depreciándose en promedio alrededor de 10% en cifras ponderadas en función del comercio desde el final de agosto de 2014, y en algunos casos se depreciaron hasta 15%–20%. Los mercados de acciones retrocedieron y los diferenciales de crédito externo se ampliaron.

Países. Así las cosas, de acuerdo con el informe del FMI se desprende lo siguiente país por país:

La economía de Brasil se contraerá un 1% en 2015, es decir, casi 21⁄2 puntos porcentuales por debajo del pronóstico de la edición de octubre de 2014 del informe WEO. La actitud del sector privado se mantiene persistentemente débil,
incluso después de que se disipara la incertidumbre relacionada con las elecciones, y las causas son el riesgo a corto plazo de racionamiento de electricidad y agua, problemas de competitividad que no han sido abordados y el desenlace de la investigación de Petrobras.

Cuadro
América Latina y el Caribe: Debilidad persistente

 

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El renovado compromiso de las autoridades brasileñas para contener el déficit fiscal y reducir la inflación ayudará a restablecer la confianza en el marco de política macroeconómica de Brasil, aunque reprimirá aún más la demanda a corto plazo.

Las proyecciones para las economías andinas son comparativamente favorables pero también se han revisado a la baja desde octubre. El crecimiento proyectado este año para Chile, Colombia y Perú es entre 1⁄2 punto porcentual y 1,3 puntos porcentuales más bajo que en octubre. En Chile, la incertidumbre en torno al impacto de las reformas de política parece estar trabando la inversión, aunque hay señales de que el crecimiento ha empezado repuntar. En
el caso de Perú, la debilidad de las exportaciones y la inversión provocó una marcada desaceleración en
2014, pero las medidas concertadas de política económica y las nuevas operaciones en el sector minero
deberían propiciar una reactivación este año.

Cuadro 2

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En Colombia, los precios más bajos del petróleo harán que el crecimiento descienda a menos de 4%. Se proyecta que en Argentina el crecimiento será ligeramente negativo en 2015, y que la caída de la inversión y las exportaciones se verá compensada en parte por un gasto público más fuerte y un mayor consumo privado.

En Venezuela, el desplome del precio del petróleo ha complicado una situación que ya era difícil. Los numerosos controles administrativos y otras distorsiones de política han agravado la escasez de productos de primera necesidad, han elevado la inflación a más de 60% en 2014 y han causado una profunda recesión.

Para México se proyecta un crecimiento de la economía de 3% este año, pronóstico sólido pero un poco inferior a lo previsto anteriormente, dado que la persistente debilidad de la demanda interna y una orientación fiscal más restrictiva contrarrestan los efectos positivos del crecimiento más vigoroso en Estados Unidos.

Autores

AméricaEconomía.com