De los US$1.147 millones que el país captó de los mercados y pasarán ahora a engrosar las reservas internacionales, US$400 millones corresponden al bono global con vencimiento en 2027.
El semblante del ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, y del director de la Unidad de Gestión de Deuda (UGD), Herman Kamil, ante de iniciar la conferencia lo decía todo: Uruguay había salido nuevamente bien parado en la consideración de los mercados internacionales a la hora de buscar financiamiento externo, en momentos donde la economía atraviesa una fase de estancamiento, un plan de ajuste fiscal con suba de impuestos y recorte de gasto en plena discusión parlamentaria, y los llamados de atención de las calificadoras de riesgo con revisiones de la perspectiva de la nota crediticia.
Sin embargo, ese mix de factores negativos no fue impedimento para que el país lograra su mejor emisión de deuda en los mercados internacionales en su historia, aseguró ayer Astori, dado las menores tasas de interés que exigieron los inversores para la reapertura del bono global en dólares con vencimiento en 2027 y 2050, que fueron lanzados en 2014 y 2015, respectivamente. El gobierno recibió una demanda de los mercados por US$5.300 millones, casi cinco veces superior a los US$1.147 millones que finalmente aceptó.
El ministro de Economía explicó que la emisión apuntaba a dos objetivos fijados desde que funciona la UGD: tener un "prefinanciamiento asegurado" de modo de contribuir a la "consolidación financiera del país", y "extender la maduración" del portafolio de deuda del Estado uruguayo. Precisamente, con esta operación el jerarca indicó que Uruguay se asegura el cumplimiento de sus obligaciones de deuda (intereses y amortizaciones) por un plazo de 18 meses. Además, recordó que el país cuenta con línea de crédito contingentes con los organismos multilaterales por otros US$ 2.417 millones. Gran parte de los fondos emitidos ayer se destinarán a amortizar deuda de menor plazo.
De los US$1.147 millones que el país captó de los mercados y pasarán ahora a engrosar las reservas internacionales, US$400 millones corresponden al bono global con vencimiento en 2027, mientras que los restantes US$747 millones fueron al bono de más largo plazo que Uruguay tiene en circulación: el 2050. Sobre la tasa de 3,52% anual que terminó pagando la reapertura del bono 2027, Astori recordó que se "trata del menor costo de financiamiento para una emisión internacional en dólares en la historia reciente del Uruguay. Nunca habíamos logrado un rendimiento tan bajo", resaltó. El diferencial sobre el bono de referencia de EE.UU. (spread) fue de 205 puntos básicos.
En tanto, el bono con vencimiento en 2050 se reabrió con un rendimiento de 4,93% anual y un spread de 275 puntos básicos sobre el bono de EE.UU. También en este caso el ministro de Economía recordó que se trata de una menor tasa de interés propuesta por los inversores respecto a las dos emisiones previas (2014 y 2015). Antes de la emisión de ayer, el bono con vencimiento en 2027 pagaba un interés de 4,375% y contaba con un circulante nominal de US$1.700 millones. En tanto, los papeles con vencimiento en 2050 pagaban una tasa de 5,1% con una masa crítica de US$3.200 millones. Ambos son considerados títulos de referencia (benchmark) por tener un elevado circulante. Astori descartó una nueva salida de este tipo en lo que resta de este año.
Demanda calificada. El ministro de Economía destacó la "calidad" de los inversores que ayer realizaron ofertas para quedarse con papeles de deuda del Estado uruguayo. En primer lugar, destacó la asignación que se realizó a bancos estatales de economías desarrolladas europeas y, "por primera vez" instituciones financieras oficiales de Asia.
"Interpretamos este resultado como una demostración formidable de confianza mundial en el Uruguay", dijo Astori.
"Obviamente todos los inversores importan, pero el hecho que existan inversiones estatales de países importantes de Europa y que se agregan además instituciones asiáticas es un dato importante", remarcó Astori.
La emisión de ayer que realizó Uruguay, según el ministro, "fue la de mayor plazo" que realizó un país emergente en lo que va de este año. Por otro lado, el jerarca indicó que la fortaleza se visto "apoyada con coherencia" en las emisiones en moneda doméstica que sistemáticamente está realizando el Ministerio de Economía. "Esto demuestra una confianza que es fundamental para seguir encarando especialmente este proceso de desaceleración y apostar a que Uruguay –sobre la base de su solidez financiera– puede recuperar rápidamente los niveles de crecimiento que ha tenido", señaló.
El timing justo. Hace exactamente una semana el economista Aldo Lema y el gerente de operaciones y riesgos del HSBC, Enrique Goyetche, habían coincidido en una nota con El Observador en que se abría una ventana de oportunidad para que el gobierno realizara una emisión en el exterior, aprovechando el fortalecimiento de sus bonos globales en dólares.
Lema advirtió en esa oportunidad que el costo de financiamiento de Uruguay en dólares a 10 años había llegado al 3,5% anual, su nivel más bajo desde mayo de 2013, previo a que el expresidente de la Fed, Ben Bernanke, trasladara el mensaje de iniciar el camino de la restricción monetaria.
Tras la emisión de ayer los expertos privados resaltaron el éxito en la colocación de deuda que logró el Estado uruguayo. El analista Felipe Herrán de Puente recordó que dado el contexto internacional, se estaba esperando desde mediados de marzo que Uruguay saliera nuevamente a testear el mercado internacional para captar financiamiento a mediano y largo plazo. "Realmente el timing escogido por el gobierno fue muy bueno. Las tasas están bastante bajas, y luego del brexit los mercados emergentes reaccionaron muy bien. Eso se reflejó en los precios que obtuvo Uruguay", dijo. El experto indicó que su empresa recibió interés para adquirir los bonos globales 2027 y 2050 tanto de inversores locales como internacionales.
Por su parte, el analista financiero Andrés Escardó dijo que emisión obtuvo un resultado "positivo y previsible", ya que el mercado estaba aguardando una salida de Uruguay no solo por el mantenimiento de las tasas por parte de la Fed, sino también por mejoras que vienen mostrando los papeles de deuda de los emergentes en los últimos meses. "Es inteligente adelantarse al deterioro de las variables, ya que las calificadoras han puesto en duda la nota. No sé si mañana alguna de las agencias me puede bajar la nota y me encarece el costo de financiamiento por variables que no cierran, como el déficit fiscal", indicó. Escardó dijo que el grado inversor le sigue dando "cierta ventaja" a Uruguay respecto a los vecinos de la región a la hora de financiarse, algo que se refleja en el apetito que hay por posicionarse en los bonos globales en dólares, así como las letras de regulación monetaria que licita el Banco Central o las Notas del Tesoro en UI que emite el Ministerio de Economía.