Los ministerios vieron un recorte en sus presupuestos del 8,9% el 2013, mientras la batalla del jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, por reducir uno de los mayores déficits de la zona euro se hace más difícil ante la caída de los ingresos en una prolongada recesión.
Reuters. España anunció este jueves un detallado programa para reformas económicas y un duro presupuesto 2013 basado principalmente en recortes de gastos, en lo que muchos ven como un esfuerzo para adelantarse a los probables términos que se impondrían en un rescate internacional.
Los ministerios vieron un recorte en sus presupuestos del 8,9% el 2013, mientras la batalla del jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, por reducir uno de los mayores déficits de la zona euro se hace más difícil ante la caída de los ingresos en una prolongada recesión.
Sin embargo, el gobierno conservador dijo que los ingresos tributarios serían mayores este año que lo originalmente presupuestado y crecerían un 3,8% en el 2013 frente al 2012.
Los recortes de gastos equivaldrían a 0,77% del Producto Interno Bruto en el 2013, mientras que el ajuste en los ingresos tendría un valor de 0,56% del PIB.
"Este es un presupuesto de crisis que apunta a salir de la crisis (...) en este presupuesto existe un mayor ajuste del gasto que en los ingresos", dijo en una conferencia de prensa la vicepresidenta del gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, tras una reunión del Gabinete de seis horas.
España, la cuarta mayor economía de la zona euro, está en el centro de la crisis. Los inversores temen que Madrid no pueda controlar sus finanzas y que Rajoy no tenga la voluntad política de tomar todas las medidas necesarias aunque impopulares.
Madrid conversa con Bruselas sobre los términos de un posible paquete de ayuda europeo que gatillaría el programa de compra de bonos del Banco Central Europeo y aliviaría los insostenibles costos del endeudamiento de España.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo que el Gobierno aún analiza las potenciales condiciones para la ayuda.
La incertidumbre sobre la capacidad de España de controlar su economía, y especialmente la de los gobiernos regionales que equivalen a alrededor de la mitad del gasto total, se ha visto sacudida por un aumento en las demandas de independencia en la rica región de Cataluña.
Sin embargo, la vicepresidenta del gobierno dijo el jueves que a Cataluña no se le permitió realizar un referendo sobre su independencia antes de consultar con el resto del país.
Programa de reforma económica. Sáenz de Santamaría dijo que el gobierno detallaría 43 nuevas leyes para reformar la economía en los próximos seis meses, incluyendo una reforma al sistema de pensiones, uno de los mayores costos del estado, antes de finalizar el año.
La detallada reforma económica de España va más allá de lo que la Comisión Europea le ha pedido al país y es un ambicioso paso adelante, dijo este jueves el máximo funcionario económico de la UE en respuesta a los anuncios del gobierno.
"La reformas claramente están dirigidas a algunos de los problemas políticos más urgentes", dijo el comisionado para Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, Olli Rehn, en un comunicado.
La reacción del mercado fue cauta.
"La primera impresión (de los anuncios) es buena, dirigiéndose hacia un mayor ajuste en gasto en vez de en los ingresos", dijo José Luis Martínez de Citigroup, en Madrid.
"Sin embargo, vemos como demasiado optimista la suposición de una recesión de 0,5 por ciento para el próximo año. Nosotros vemos un escenario con una recesión más profunda y si este fuera el caso, se necesitarán mayores recortes de gastos", agregó.
La declaración de De Guindos de que el déficit de presupuesto del 2012 sería alcanzado debido a un sólido incremento de los ingresos también será visto con suspicacia, con muchos economistas esperando que el Gobierno no cumpla con su meta de déficit de 6,3% del PIB.
Las medidas continúan aumentando la presión sobre una población cansada de la crisis y probablemente alimenten más protestas callejeras, que se han vuelto cada vez más violentas mientras sube la tensión y la policía tiene luz verde para utilizar la fuerza para dispersar a la multitud.
Una cuarta parte de los españoles trabajadores está sin empleo y decenas de miles han sido desalojados de sus casas después de que explotara la burbuja inmobiliaria en el 2008, mientras que la fuerte caída en la confianza de los consumidores y empresarios llevó a la economía a una recesión de cuatro años.