El tamaño del ajuste, aún por definir, podría ascender una cifra de hasta 30.000 millones de euros -un 3% del PIB.
Madrid. El gobierno español está ultimando un nuevo paquete de medidas de ajuste con el objetivo de asegurar el cumplimiento de las metas de déficit público de 2012, aunque esperará para tomar una decisión firme al resultado del encuentro de ministros de Finanzas de la zona euro la próxima semana.
El tamaño del ajuste, aún por definir, podría ascender una cifra de hasta 30.000 millones de euros -un 3% del PIB- según informó una fuente conocedora del pensamiento de algunos altos miembros del Gobierno. No obstante, otras fuentes señalan que la cuantía final podría ser considerablemente menor.
Tras haber cerrado 2011 con una cifra de déficit muy lejana a los objetivos -un 8,9% frente al 6% previsto-, el Ejecutivo confía en presentar a Bruselas un plan creíble que permita que los socios europeos relajen las metas de reducción del déficit público, dijeron dos fuentes conocedoras del asunto.
Se espera que la Unión Europea dé a España un año más, hasta 2013, para reducir su déficit hasta el límite máximo del 3% establecido en la normativa comunitaria. Para este año, el objetivo de déficit español es de un 5,3% del PIB.
"La idea es recortar el coste de los funcionarios para las arcas públicas, congelar las pensiones, meter también una bajada al coste de las prestaciones por desempleo, cerrar las televisiones públicas", dijo la fuente.
Sin embargo, dentro del Gobierno existe un fuerte debate interno respecto a las partes políticamente más sensibles de un ajuste de este tipo, como las pensiones o los empleos públicos.
"No hay ninguna decisión tomada. Lo único que hay son cálculos técnicos, cuánto se podría ahorrar con esto, cuánto se podría ingresar con lo otro. Pero puede ser parte, todo o nada", dijo otra fuente cercana a otros altos funcionarios del Ejecutivo.
Como viene siendo habitual en el Ejecutivo dirigido por Mariano Rajoy, coexisten distintas ideas a la hora de las medidas necesarias para solucionar la crisis y mejorar la economía.
En un lado se encontraría el ala más liberal -compuesta por los ministros de Industria, José Manuel Soria, y el de Economía, Luis de Guindos-; en el otro extremo se sitúa el argumento del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, más cercano a la sensibilidad del Partido Popular.
"Hay gente que opina una cosa, luego hay gente que opina otra, al final nunca se cierra el círculo hasta el final", dijo la segunda fuente.
En todo caso, no parece probable que se conozcan las nuevas medidas hasta que no se haya celebrado la reunión del Eurogrupo, aunque desde el Gobierno alaban el cambio de rumbo tomado por Bruselas durante la cumbre de la pasada semana.
"Toda vez que ni siquiera los escenarios del déficit de Bruselas están cerrados, habrá que esperar al Eurogrupo de la próxima semana. Europa ha demostrado voluntad de ayudar la semana pasada, ahora España tiene que demostrar voluntad de ajuste, queremos ser los primeros de la clase en Europa", dijo una de las fuentes.
Algunas de las medidas podrían reservarse para la presentación los Presupuestos Generales del Estado de 2013, momento en el que, según afirmó Montoro recientemente, está previsto que el Gobierno ponga sobre la mesa un plan fiscal a 2014, en línea con lo que piden Bruselas y el FMI.
El Consejo Europeo acordó la semana pasada varias medidas de apoyo a España e Italia, entre ellas la posibilidad de que el fondo de rescate europeo (MEDE) compre deuda soberana de países europeos.
Los problemas del sector bancario español, muy dañado por el estallido de la burbuja inmobiliaria, y las dificultades para reducir el déficit con una economía en recesión son los motivos que han situado a España en el punto de mira de la crisis de deuda europea.
Rajoy dijo recientemente que el Gobierno se dispone a "pisar el acelerador" de las reformas y prepara nuevas medidas económicas "difíciles".