El Tesoro Público español colocó 3.000 millones de euros en bonos y obligaciones, el objetivo máximo establecido, pero tuvo que pagar intereses más altos ante la tensión que persiste en el mercado secundario.
El gobierno español no logró sortear la desconfianza de los mercados sobre el futuro de su economía, y a pesar de haber conseguido una supuesta victoria en la última cumbre europea en Bruselas la semana pasada, volvió a pagar más caro para endeudarse y se colocó nuevamente en la línea roja en la que un país entra en zona de rescate total.
Cuando se esperaba que el anuncio por parte del Eurogrupo de un plan para apuntalar las economías que lo conforman y de la mutualización de las deudas de los países en crisis calmara las tensiones, la administración de Mariano Rajoy desaprobó una vez más el test de los mercados y la tasa de su bono a 10 años se disparó más de 30%.
El Tesoro Público español colocó 3.000 millones de euros en bonos y obligaciones, el objetivo máximo establecido, pero tuvo que pagar intereses más altos ante la tensión que persiste en el mercado secundario pese a los acuerdos alcanzados en Bruselas para flexibilizar el fondo de rescate.
El temor de los inversores a que las nuevas medidas de ajuste que prepara el gobierno de Mariano Rajoy para reducir el abultado déficit público profundice aún más la recesión económica, presionó al alza el riesgo país, que antes de la subasta del Tesoro volvió a superar la barrera de los 500 puntos, el límite para que la Unión Europea determine un rescate total de su economía.
El entusiasmo inicial con que los mercados recibieron los acuerdos alcanzados por los líderes europeos la semana pasada en Bruselas se diluyó rápidamente ante la falta de detalles sobre las ayudas directas a la banca y el uso de los fondos europeos para comprar bonos de los países con mayores problemas como España e Italia, cuya deuda escaló a niveles insostenibles.
En este contexto, en su primera subasta desde la Cumbre de Bruselas, el Tesoro español adjudicó 747 millones de euros en bonos a diez años con cupón de 5,85%, con un rentabilidad marginal de 6,5%, frente al 6,1% de la anterior emisión del 7 de junio.
Se trata del segundo interés más alto pagado por los bonos a diez años -que sirven de referencia para medir el riesgo país- desde la creación del euro; la cantidad solicitada por los inversores en este bono superó en 3,2 veces lo finalmente adjudicado.
Asimismo, el organismo colocó 1.239 millones en bonos del Estado con cupón de 4% y vencimiento a 30 de julio de 2015; en este caso, el interés medio pasó de 5,4% a 5,08% actual, mientras que el marginal pasó de 5,51% a 5,19%.
Finalmente, el Tesoro adjudicó 1.015 millones en bonos con cupón de 4,25% con vencimiento el 31 de octubre de 2016; en este bono, el interés medio subió a 5,53% desde 5,35%, mientras que el marginal subió a 5,62% desde 5,44%.
Antes de la subasta, el riego país o prima de riesgo –diferencial entre el bono español a diez años y el alemán (de referencia) al mismo plazo- se situó en 509 puntos, con un rendimiento de 6,55%, frente al 4,96% de la jornada previa.