La medida anunciada recientemente permitirá a las empresas privadas acceder a más de 2.000 actividades desde solamente 127 con anterioridad.
La Habana. La decisión de Cuba de abrir más su economía a pequeñas empresas privadas y la iniciativa individual ha generado elogios de muchos analistas y empresarios, aunque también frustración.
La medida anunciada recientemente permitirá a las empresas privadas acceder a más de 2.000 actividades desde solamente 127 con anterioridad.
Autoridades dijeron que reducirían los pasos necesarios para abrir un negocio y permitirían a las personas participar en actividades relacionadas, por ejemplo, con la administración de un alojamiento con desayuno junto con el transporte desde el aeropuerto y servicio de comidas.
La flexibilización de las restricciones forma parte de una serie más amplia de medidas del gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel enfocadas en crear puestos de trabajo y vincular mejor a los emprendedores con las empresas estatales, incluida una devaluación de la moneda, los recortes de subsidios y otras reformas financieras.
La apertura a la empresa privada representó un cambio radical filosófico, ya que las primeras pequeñas empresas fueron permitidas a regañadientes tras la caída de la Unión Soviética, según el economista cubano Ricardo Torres, quien advirtió que las empresas privadas aún enfrentan obstáculos.
"Pero esta medida ayudará a impulsar la recuperación y debe verse como vinculada a otras que está tomando el Gobierno para superar la crisis", señaló.
Una lista preliminar publicada el miércoles dejó fuera del sector no estatal a las comunicaciones, defensa, industria pesada, salud y educación, así como a la prensa, pero también a cines privados, galerías de arte, empresas de buceo, arquitectura e ingeniería, lo que provocó molestias.
Para Beyond Roots, una marca especializada en productos afrocubanos con 24 empleados, la medida "abre todo nuestro potencial creativo y productivo para ampliar enormemente la gama de productos que ofrecemos", dijo Adriana Heredia Sánchez, economista y fundadora.
El gobierno cubano informó que al cierre de 2020 más de 600.000 personas pasaron al sector privado, un 13% de la fuerza laboral, en comparación con alrededor de 150.000 hace una década. Se estima que el 40% depende principalmente de la industria del turismo.