Las dudas en torno al mandato de Guedes en el gobierno -después de que dos de sus secretarios especiales dejaron el ministerio- se vieron reforzadas por comunicados este fin de semana en los que se cita que el presidente del Banco Central, Roberto Campos Neto, asumirá el cargo.
Brasilia. La salida del ministro de Economía, Paulo Guedes, del gobierno de Jair Bolsonaro no está sobre la mesa, dijeron dos fuentes del equipo económico, en un momento en que las especulaciones sobre el futuro de la cartera cobran fuerza a medida que aumenta la presión política por un mayor gasto público.
Las dudas en torno al mandato de Guedes en el gobierno después de que dos de sus secretarios especiales dejaron el ministerio la semana pasada se vieron reforzadas por comunicados de prensa de este fin de semana en los que se cita que el presidente del Banco Central, Roberto Campos Neto, asumirá el cargo.
Las dos fuentes, cercanas a Guedes y Campos Neto y que hablaron con Reuters bajo condición de anonimato, dijeron que los dos economistas comparten la misma visión sobre la necesidad de controlar el gasto para que el país pueda reorientar su trayectoria de endeudamiento, especialmente luego de los gastos extraordinarios asociados con hacer frente a la pandemia del coronavirus.
Ambas fuentes señalaron que la salida del ministro no está siendo considerada internamente ni en la cartera de Economía ni en el Banco Central. Uno de ellos agregó que, si esto sucediera por voluntad del presidente Jair Bolsonaro, probablemente sería para poner a gastar al sucesor y ese no sería el caso de Campos Neto, enfatizó.
Los rumores sobre una posible renuncia de Guedes elevaron la tensión en el mercado cambiario este lunes, con varios analistas citando que el tema estaba detrás de la fuerte volatilidad presentada en la sesión.
La segunda fuente del gobierno señaló que el ministro todavía está involucrado en su estrategia de desvincular los gastos que ahora son obligatorios e instituir reglas de control para generar más gastos.
"Siempre ha existido este conflicto entre las áreas que quieren gastar presupuesto y las que necesitan controlarlo. En el pasado, la lucha era entre planificación y finanzas. Aquí se centró en un solo punto: (Ministerio de) Economía", dijo la segunda fuente.
"Y luego están los ministerios periféricos, a la orilla del lago, que está un poco seco, queriendo echar un vistazo al agua. Estamos aquí con ganas de llenar el embalse", agregó.
La estrategia de Guedes, según los interlocutores, será presentar un anteproyecto de Ley de Presupuesto Anual (LOA) que explique la realidad de las cuentas públicas en 2021: tras el aval por los cuantiosos gastos por el brote de Covid-19, habrá muy poco espacio para realizar inversiones.
La Ley de Presupuesto debe enviarse al Congreso a finales de este mes.
Ante esta situación, según el equipo económico, ayudaría a resaltar la urgencia de aprobar una propuesta que se está desarrollando para activar los gatillos previstos en la regla de tope de gasto. La idea es dar cabida a más gastos de dispositivos que ya estaban previstos en la ley que limita el crecimiento de los gastos a la inflación del año anterior.
Esto se debe a que la regla del límite máximo se aprobó sin determinar exactamente cómo se mide su incumplimiento para que se activen los desencadenantes. Ahora, el gobierno quiere aclarar este tema, explicándolo en una propuesta que unirá puntos de la Propuesta de Enmienda a la Constitución de Emergencia (PEC) y el Pacto Federativo enviado previamente al Congreso.