El ejecutivo intentará asegurar una veloz pero adecuada expansión económica, sin dejar de controlar las expectativas de inflación, indicó Xie en un reporte al Congreso Nacional del Pueblo, el Parlamento del país.
Pekín. La estabilidad de precios sigue siendo la máxima prioridad del gobierno chino, pero todas las medidas económicas que se adopten deberán evitar perjudicar el crecimiento, afirmó este jueves el ministro de Economía de China, Xie Xuren.
El gobierno intentará asegurar una veloz pero adecuada expansión económica, sin dejar de controlar las expectativas de inflación, indicó Xie en un reporte al Congreso Nacional del Pueblo, el Parlamento del país.
"Necesitamos que la estabilidad de precios sea la máxima prioridad. Desaceleraremos las alzas de precios, pero evitaremos causar grandes fluctuaciones en el crecimiento económico", aseguró Xie.
El gobierno enfocará aún más sus políticas macroeconómicas, flexibilizándolas con visión a futuro, además de implementarlas basadas en las condiciones económicas locales y globales, indicó Xie.
Las declaraciones de Xie, publicadas por la agencia de noticias Xinhua y otros medios estatales, resaltó los temores oficiales a una desaceleración en el crecimiento económico, particularmente en medio de los temores del mercado sobre una nueva recesión en Estados Unidos.
Pero pocos analistas esperan que el gobierno relaje su política monetaria en el corto plazo, después de que la inflación anual de China llegara a un máximo de tres años del 6,5% en julio.
El banco central no ha elevado los requerimientos de reservas de dinero para las entidades financieras desde junio, tras aumentarlos mes a mes durante la primera mitad del 2011. El banco subió por última vez las tasas de interés el 6 de julio, la quinta alza desde octubre.
El gobierno usará más activamente la política fiscal para estabilizar los precios al consumidor, dijo Xie sin profundizar.
China también redoblará los esfuerzos para disminuir la deuda de los gobiernos locales y profundizar las reformas fiscales, agregó el ministro. Analistas advierten que la pesada carga de deuda de los gobiernos locales podría convertirse en una gran amenaza para el sistema bancario chino.