El equipo auditor de la "troika" integrada por la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) comenzará este jueves las charlas sobre el plan para profundizar los recortes y subir los impuestos.
Atenas. Grecia enfrenta este miércoles una nueva prueba en momentos en que auditores internacionales se dirigen hacia Atenas, y Alemania sugirió que un nuevo rescate podría ser renegociado mientras se discute si los acreedores privados deberían asumir mayores pérdidas.
El equipo auditor de la "troika" integrada por la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) arribará este miércoles y comenzará este jueves las charlas sobre el plan del gobierno griego para profundizar los recortes y subir los impuestos.
Esto permitirá que Atenas cumpla sus compromisos bajo un segundo programa de aguda que líderes de la UE acordaron en principio en julio, que también desencadenó un nuevo ciclo de huelgas y protestas.
Sin embargo, la canciller alemana, Angela Merkel, sugirió que partes del nuevo rescate de 109.000 millones de euros (US$148.600 millones) para el endeudado país podrían ser revisadas, dependiendo del resultado de la auditoría de la troika.
"Debemos aguardar y ver lo que la troika (...) descubra y lo que nos diga (sobre si) tendremos que renegociar o no", dijo a la cadena de televisión estatal griega NET, sin ofrecer mayores detalles.
Alemania ha dicho repetidamente que las negociaciones sobre los detalles del segundo acuerdo de rescate sólo podrán comenzar cuando la troika anuncie que Grecia ha cumplido los requisitos para recibir un sexto tramo de ayuda bajo el primer rescate acordado en el 2010.
El segundo rescate busca aliviar la carga de deuda de Atenas al imponer una pérdida de un 21% a los tenedores privados de bonos griegos. Sin embargo, muchos economistas creen que una pérdida de un 50 por ciento sería necesaria para hacer viable la deuda del país.
El diario Financial Times reportó que existe una división en la zona euro sobre el acuerdo. Citando a funcionarios europeos de alto rango, dijo que hasta siete de sus 17 países argumentaron que los tenedores privados de bonos deberían sufrir mayores amortizaciones.
Elementos de línea dura en Alemania y Holanda lideran los llamados a fijar mayores amortizaciones pero enfrentan una feroz resistencia de Francia y el BCE, que temen mayores ventas de acciones de bancos europeos con grandes tenencias de bonos griegos.
El Bundestag, la Cámara baja del Parlamento alemán, votará el jueves sobre ampliar la capacidad de la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (EFSF, por su sigla en inglés), como acordaron los líderes de la UE en 21 de julio.
Merkel enfrenta una revuelta dentro de su campo conservador y podría tener que depender del apoyo de los Social Demócratas y Verdes de oposición para conseguir la aprobación de la medida, lo que dañaría su autoridad.