Bancos centrales desde Suiza y Turquía a Canadá y Singapur han relajado sus políticas monetarias este año y hay altas probabilidades de que el Banco de Reserva de Australia lo haga este martes.
Los estímulos globales están aumentando, con China bajando sus tasas de interés tras débiles datos industriales y con el Banco Central Europeo comenzando a comprar bonos gubernamentales justo cuando algunas cifras muestran que la zona euro se puede estar recuperando.
Bancos centrales desde Suiza y Turquía a Canadá y Singapur han relajado sus políticas monetarias este año y hay altas probabilidades de que el Banco de Reserva de Australia lo haga este martes por segunda vez en dos reuniones.
El Banco Popular de China bajó el sábado sus tasas de interés de referencia para préstamos y depósitos, anticipándose a cifras oficiales que mostrar un segundo mes consecutivo de contracción del sector de manufacturas.
En tanto, el Banco Central Europeo (BCE) comenzará este mes con la compra de bonos gubernamentales dentro de su programa de alivio cuantitativo de 1 billón de euros.
El crecimiento del sector manufacturero de la zona euro se estabilizó en febrero apuntando a sólo un modesto ritmo de crecimiento de las fábricas, pero algunos economistas se muestran abiertamente optimistas.
El más reciente Índice de Gerentes de Compra (PMI) manufacturero de Makit se mantuvo estable en 51,0 en febrero, ligeramente por debajo de una lectura provisional publicada anteriormente de 51,1, y justo por encima del umbral de 50 que indica crecimiento.
"Un euro más débil, precios del petróleo más bajos, un mejor ambiente económico y una política económica más expansiva debería de apoyar la confianza en los próximos meses", escribió Apolline Menut, economista de Barclays.
Chris Williamson, economista jefe de Markit, también se mostró más optimista e hizo notar que pese al "decepcionante número principal" hay áreas de crecimiento, destacando el auge de Irlanda.
El PMI de China subió a 49,9 en febrero desde 49,8 en enero, algo menos que el nivel de 50 que separa la contracción del crecimiento, pero más que los pronósticos pesimistas de 49,7.
No obstante, los fabricantes chinos siguen luchando para hacer frente a exportaciones erráticas y presiones deflacionarias.
Las cifras sugieren que habrá más relajamiento del Banco Popular de China y probablemente un aumento del gasto gubernamental tras la reunión del Congreso Nacional Popular de esta semana.
"Las prioridades han cambiado a resguardar el crecimiento", escribieron analistas de OCBC Bank. "Aún esperamos uno o más recortes de la tasa de interés en el segundo trimestre y el siguiente paso es probablemente una baja de los requerimientos de reserva".