La UE y funcionarios alemanes dijeron que España enfrenta la supervisión de acreedores internacionales, contradiciendo al gobierno español, que había insistido que los fondos se recibirían sin condiciones.
Madrid/Frankfurt. La euforia del mercado financiero por un rescate europeo para los endeudados bancos españoles se desvaneció rápidamente el lunes, cuando los inversionistas encendieron las alarmas respecto a su impacto sobre la deuda pública y los tenedores de bonos, con un foco sobre los próximos riesgos en la crisis de deuda de la zona euro.
La Unión Europea y funcionarios alemanes dijeron que España enfrenta la supervisión de acreedores internacionales, luego del acuerdo para prestarle a Madrid hasta 100.000 millones de euros (US$125.000 millones), contradiciendo al gobierno español, que había insistido que los fondos se recibirían sin condiciones.
Las acciones europeas subieron a un máximo de cuatro semanas, y los inversionistas se volcaban sobre las maltratadas acciones financieras. Sin embargo, los rendimientos de los bonos españoles e italianos subieron fuertemente por las nuevas dudas respecto al impacto y condiciones del acuerdo, diseñado para evitar una fuga en los bancos españoles.
Chipre, con su profunda exposición a Grecia, apuntó fuertemente el lunes a que podría solicitar un rescate internacional antes de fines de este mes, tanto para su banca como para el Estado. Sería el quinto miembro de la zona euro, compuesta por 17 países, en pedir asistencia desde el inicio de la crisis de deuda en Grecia a fines del 2009.
El máximo funcionario económico de la Comisión Europea, Olli Rehn, dijo a Reuters en una entrevista que la acción preventiva para apoyar a España "es crucial para calmar las turbulencias del mercado en Europa y (asegurar) el correcto funcionamiento del sistema financiero en España".
Los tenedores de bonos temen que el rescate pese sobre la deuda pública de España, que crece a pasos agigantados. También temen que si el futuro fondo de rescate permanente de la zona euro, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), es utilizado para el rescate, estarán subordinados a acreedores oficiales y enfrentan pérdidas en cualquier reestructuración.
"La UE está vendiendo esto como una 'gran victoria', pero cuando ves los detalles, esto es un préstamo y aún no sabemos de dónde vendrá el dinero. Al final del día, aumentará la ratio de deuda sobre PIB de España sin importar lo que digan", dijo Steen Jakobsen, jefe economista de Saxo Bank en Copenhague.
Otras recuperaciones previas de los mercados por noticias de rescate han resultado efímeras, perdiendo a menudo impulso en un día o dos, cuando los inversores comienzan a anticipar por dónde vendrá el próximo rebrote de la crisis de la zona euro.
Las elecciones generales del domingo en Grecia podrían agriar rápidamente el ánimo de los mercados.
Si la izquierda radical -hostil a los términos del paquete de austeridad ligado al programa de rescate del FMI y la UE- derrota a los partidos conservadores y de centro izquierda que firmaron el acuerdo, o no hay ningún partido con mayoría suficiente para formar gobierno tras la votación, los mercados podrían volver a temblar.
Rajoy dijo el domingo que España se había apuntado una victoria al lograr ayuda de los socios de la zona euro sin tener que someterse a un programa convencional de rescate, afirmando que el acuerdo no tenía "nada que ver" con los procedimientos impuestos a Grecia, Irlanda y Portugal.
Sin embargo, el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, y el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, dijeron que como en los otros rescates, una "troika" integrada por el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo supervisaría la ayuda financiera.
"Por supuesto que habrá condiciones", dijo Almunia a la radio española Cadena Ser. "Quien entrega dinero nunca lo da gratis", agregó.
El FMI participaría en la supervisión del programa de España pese a no aportar fondos, y los bancos que reciban la ayuda deben presentar un plan de reestructuración, dijo Almunia.
Schaeuble dijo en la emisora de radio Deutschlandfunk: "El Estado español está aceptando el préstamo, España será responsable. Habrá igualmente una troika. Lógicamente habrá una supervisión que asegure que el programa se cumpla, pero esto se refiere sólo a la reestructuración de los bancos".
Bajo vigilancia. Las finanzas públicas españolas ya están bajo vigilancia de la Comisión Europea en el marco del procedimiento de déficit excesivo de la UE.
El ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager, dijo en una carta al Parlamento que los préstamos se sumarían a la deuda pública de España, y que él había insistido en una participación completa del FMI.
"Era esencial para Holanda que el FMI estuviera implicado en todo el proceso: revisar la petición formal de respaldo, determinar la condiciones, y supervisar los avances", escribió.
El gobierno español dijo que seguiría con su programa de acudir a los mercados financieros previsto para este año.
España aún necesita refinanciar 82.500 millones de euros de deuda que vence a finales de año, con una gran suma a finales de octubre, y las comunidades autónomas tienen vencimientos adicionales por valor de 15.700 millones de euros en la segunda mitad de 2012.
El gobierno central y las regiones también tienen que financiar un déficit de unos 52.000 millones de euros este año.
El paquete de rescate bancario sumará hasta 10 puntos porcentuales al nivel de deuda/PIB de España, llevándolo cerca del 90 por ciento, en un momento en el que el país se enfrenta a una recesión, con casi un trabajador de cada cuatro desempleado.
Algunos economistas creen que España acabará necesitando un rescate estatal completo, y que Italia podría ser la siguiente ficha en la fila por una combinación similar de deuda alta y nulo crecimiento económico, pese a las reformas iniciadas por el primer ministro, Mario Monti.
El ministro italiano de Industria, Corrado Passera, rechazó la idea de que Roma pudiera necesitar ayuda externa en un momento dado.
"Italia ha hecho lo necesario para salvarse a sí misma en los últimos meses", dijo Passera, antiguo banquero, a periodistas en Milán, señalando que las medidas de austeridad adoptadas hasta ahora posicionaban a Italia "entre los países mejor colocados para lidiar con las turbulencias financieras en las que Europa se encuentra", dijo.
China, a quien Europa ha recurrido sin éxito en busca de ayuda financiera, dijo el lunes que la decisión de rescatar a los bancos españoles era correcta en el corto plazo, pero pidió a la zona euro medidas más enérgicas para preservar la estabilidad en el largo plazo.
"Esto puede ser muy útil en controlar los riesgos de corto plazo, pero en nombre de la estabilidad de mediano y largo plazo, nosotros esperamos que la zona euro mejore sus consensos y tome medidas más enérgicas", dijo el viceministro de Finanzas chino, Zhu Guangyao, en una rueda de prensa.