Estados Unidos y el FMI han estado instando a los estados de la Unión Europea para que avancen en la unión bancaria y así rompan el círculo vicioso entre países muy endeudados que rescatan a instituciones financieras sin liquidez, profundizando la crisis de la zona euro.
Los Cabos, México. Presionada por los mercados financieros y los nerviosos dirigentes mundiales, Europa acordó este lunes avanzar hacia un sistema bancario más integrado y así tratar de frenar una crisis que pone en peligro la supervivencia del euro.
Durante una cumbre de dos días del Grupo de 20 países industrializados y en vías de desarrollo en la localidad turística de Los Cabos, México, Alemania tomó la inusual medida de describir en detalle medidas para completar la unión monetaria y económica lanzada hace 13 años.
Entre los compromisos incluidos en el borrador se encuentra el de estudiar medidas concretas hacia una "arquitectura financiera más integrada" en Europa que incluiría una supervisión bancaria común y garantías firmes para pagar a los clientes de los bancos.
Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea han estado instando a los estados de la Unión Europea para que avancen en la unión bancaria y así rompan el círculo vicioso entre países muy endeudados que rescatan a instituciones financieras sin liquidez y empeoran los problemas de deuda soberana, profundizando la crisis de la zona euro.
Aunque ese término no apareció en la declaración, tal y como está formulada parece sugerir que Alemania, que ha rechazado iniciativas que pudieran exponerla al coste de rescatar bancos fuera de sus fronteras, se está abriendo a la idea de una mayor cooperación bancaria.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, preocupado por la posibilidad de que la crisis europea pueda perjudicar sus aspiraciones de ser reelecto en noviembre, se reunió con la canciller alemana, Angela Merkel, que como líder de la mayor economía europea afronta una intensa presión para que comprometa más recursos para apoyar a la zona euro y evitar una ruptura catastrófica.
El portavoz de Obama dijo que se vio animado por el encuentro, en el que se habló de medidas para "incrementar la integración europea".
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, mostró su frustración con la presión que aumenta sobre Europa para que actúe con rapidez. El portugués dijo que los integrantes del G20 deben comprender que las 17 democracias tardarán en llegar a un acuerdo sobre cómo hacer una unión financiera, fiscal y política completa.
"Francamente, no venimos aquí para recibir lecciones en términos de democracia o en términos de cómo manejar nuestra economía", dijo.
Impulsar el crecimiento. Protegidos por navíos de la Armada mexicana y soldados desplegados en playas y carreteras, los dirigentes del G20 -que representan más del 80% de la producción mundial- acordaron priorizar el crecimiento y la creación de empleo, perjudicada por los fuertes recortes presupuestarios que han contribuido a una desaceleración creciente de la economía mundial.
La semana pasada, el Banco Mundial redujo su pronóstico de crecimiento económico global para el 2012 a un 2,5%, y advirtió que los países en desarrollo afrontan un largo período de volatilidad en los mercados financieros y de débil expansión.
En su señal más fuerte en tres años de que podría obrar para fortalecer la recuperación, el G20 dijo en el borrador del comunicado final que los países sin grandes problemas de deuda están preparados para actuar conjuntamente y alentar el crecimiento si la economía se debilita mucho más.
Estados Unidos ha presionado tanto a Alemania como a China para que estimulen el gasto y así ayuden a la economía mundial.
La creciente violencia en Siria y el riesgo de que colapse el plan de paz impulsado por Naciones Unidas también estuvieron sobre la mesa cuando Obama se reunió el lunes con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en el marco de la cumbre. Las dos superpotencias están en desacuerdo sobre el armamento de Siria y las sanciones de Naciones Unidas.
Obama y Putin estuvieron de acuerdo en que la violencia en Siria debe terminar, pero no ofrecieron nuevas soluciones y no mostraron señales de haber llegado a un terreno común sobre la posibilidad de sanciones más fuertes contra Damasco.
Reacción a Grecia. La batalla de Europa contra la crisis -que ha llevado a Grecia, Irlanda y Portugal a tener que pedir rescates del FMI y la Unión Europea y ha forzado a España a pedir asistencia económica para sus bancos- fue el tema dominante de las discusiones inaugurales de los líderes del G20 sobre economía global.
La estrecha victoria del partido conservador Nueva Democracia en las elecciones de Grecia alivió las preocupaciones por una posible pronta salida del país de la zona euro, pero no logró calmar mucho a los mercados financieros, que temen que la ruptura del euro sólo se haya retrasado y que España e Italia acaben arrastrados a la tormenta.
Después de una breve recuperación, el euro cayó frente al dólar y los rendimientos de los bonos españoles se dispararon por encima del 7 por ciento a su mayor nivel desde la creación de la moneda única en 1999. Las acciones europeas cerraron con una caída del 1,2%.
La calificadora Fitch Ratings dijo que el resultado de las elecciones griegas redujo el riesgo de un incumplimiento desordenado de deuda y de una salida del país de la zona euro, pero también advirtió que cualquier nuevo gobierno probablemente será frágil.
"La victoria en Grecia en realidad no resuelve nada", dijo Boris Schlossberg, director en la firma de asesoría de inversión BK Asset Management en Nueva York. "Todavía va a ser duro para Grecia", agregó.
En unas declaraciones después de aterrizar en Los Cabos en plena noche, Merkel elogió los resultados de las elecciones pero dijo que no podía aceptar una relajación de las medidas de austeridad y en las reformas estructurales a las que Grecia se comprometió como condición para recibir dos rescates de la Unión Europea y el FMI que suman 240.000 millones de euros.
"El gobierno griego debe cumplir y cumplirá con los compromisos que acordó", dijo.
Eso la pone en camino de enfrentarse con el ganador en Grecia, Antonis Samaras, que hizo campaña prometiendo renegociar elementos del rescate y reiteró su postura el lunes al asegurar que se requerían "algunas enmiendas necesarias" para aliviar "el agobiante desempleo y las inmensas penurias".
Grecia pedirá aplicar los recortes de austeridad de 11.700 millones de euros en un plazo de cuatro años en lugar de dos, dijo a Reuters una fuente del partido Nueva Democracia en Atenas.
La frustración de Alemania ante la falta de avances concretos de Grecia en sus promesas de reforma ha aumentado en los últimos meses. También ha crecido el enojo de los griegos ante las duras medidas de austeridad recetadas por Berlín y sus socios.
En un giro del destino, la selección nacional de fútbol de Grecia enfrentará a Alemania esta semana en los cuartos del final del campeonato europeo.
David Mackie, un economista de JP Morgan, dijo que espera que los gobiernos europeos en última instancia sean obligados a acordar una "reestructuración agresiva" de los préstamos que ya han otorgado a Grecia para ayudar al país a volver al camino sustentable.
"Estancamiento perpetuo". Merkel también enfrenta una intensa presión para adoptar acciones más firmes para todo el bloque.
Sin embargo, la canciller ha rechazado las propuestas de lanzar bonos conjuntos de la zona euro y la creación de una "unión bancaria" en Europa con garantías transfronterizas de depósitos, asegurando que esas son soluciones rápidas que están destinadas a fallar y serían rechazadas por las cortes alemanas.
En cambio, está presionando a otros líderes europeos para que acuerden una hoja de ruta hacia una mayor integración fiscal que implicaría ceder soberanía sobre los presupuestos a Bruselas y dar más poder al Parlamento Europeo.
Al delinear cómo podría verse el bloque en cinco a 10 años, Merkel espera recuperar la confianza de los mercados.
Pero sus contraparte -sobre todo el nuevo presidente de Francia, Francois Hollande- tienen dudas sobre la transferencia de poderes en política fiscal, y parece poco probable que Europa alcance un "gran acuerdo" que devuelva seguridad a los mercados en una cumbre de líderes europeos prevista para fines de junio.
En Los Cabos, los líderes mundiales están preparados para confirmar que duplicarán el poder del fuego del Fondo Monetario Internacional.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, dijo que ya se reunieron 456.000 millones de dólares en recursos nuevos para enfrentar la crisis financiera, por encima de los 430.000 millones de dólares de abril, pese a que algunas naciones emergentes están decepcionadas porque siguen siendo relegadas en la dirección del organismo de crédito.
China ofreció el lunes contribuir con 43.000 millones de dólares a las reservas del FMI para combatir la crisis, sumándose a ofertas de Brasil, Rusia e India de aportar 10.000 millones de dólares cada uno.