"Si usted mira a Australia, en el trimestre de diciembre, el PIB creció con bastante fuerza. Y el crecimiento anual es superior a lo estimado. Una gran parte del impulso es China", detalló el ex premier del estado australiano de Victoria.
El ex premier del estado australiano de Victoria John Brumby confía en que China siga siendo el único mayor motor del crecimiento económico y de oportunidades del mundo durante los próximos lustros.
El político hizo estas declaraciones durante una entrevista exclusiva con Xinhua en la recepción ofrecida la noche del miércoles por la embajada de China en Canberra, con motivo del Día del Trabajo en Red del Consejo de Negocios Australia-China (ACBC, siglas en inglés), cuyo presidente nacional es el propio Brumby.
"Si usted mira a Australia, en el trimestre de diciembre, el PIB creció con bastante fuerza. Y el crecimiento anual es superior a lo estimado. Una gran parte del impulso es China", señaló.
"Aunque es cierto que los precios han caído dramáticamente en el área de recursos, en el turismo, el gasto y las llegadas de chinos han aumentado en casi 30%. En la educación internacional, China es el número uno en la cifra de estudiantes, que ha subido significativamente de nuevo. Todos estas áreas -inversión inmobiliaria, inversión extranjera directa, la agricultura, las exportaciones, las exportaciones de lácteos- han aumentado de manera espectacular".
Brumby apuntó que la tasa de crecimiento más alta de lo esperado en Australia se puede atribuir en gran parte a la transición de la economía china, de un modelo impulsado por las inversiones a otro liderado por el consumo.
"Eso significa más servicios, más estudiantes, más turistas; significa más carne de vaca, cordero más lana que se exporta a China", señaló.
El ex premier de Victoria reconoció que el crecimiento de China se ralentizará. "Es casi imposible imaginar que China pudiese seguir creciendo a 10% por año".
Sin embargo, sobre un PIB de US$10 billones estadounidenses, si China crece solo el 6% está sumando US$600.000 millones de nuevo crecimiento económico para el mundo, casi un tercio del total. Hace 10 años, la economía china era de 3 billones con un crecimiento del 10%. "Así que hay un mayor crecimiento y más oportunidades", sentenció.
"Así que sí, la 'nueva normalidad' es real, es más sostenible. Es más lenta, pero está liderada por el consumidor; tendrá más baches en el camino, pero China seguirá siendo el único mayor motor del crecimiento económico y de las oportunidades en el mundo durante toda mi vida".
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Brumby destacó que el presidente de China, Xi Jinping, y el primer ministro, Li Keqiang, habían dejado muy claro, también en los últimos días, que si el crecimiento en China continúa reduciéndose, hay espacio para el estímulo fiscal.
"Ya hemos visto algunas relajaciones para los préstamos bancarios. Ello muestra que el gobierno está listo para responder y proporcionar algunos estímulos, como vimos en Australia durante la gran crisis financiera. Creo que es una señal positiva. Hay capacidad allí. Hay mucho ahorro, mucha capacidad de hacer eso en beneficio de China".
Cuando la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional de China está a punto de abrir, Brumby instó a las empresas de Australia a tratar de entender el nuevo Plan Quinquenal de China.
"La dirección de China está muy clara. Consiste en alcanzar niveles más sostenibles de crecimiento. La 'nueva normalidad' se basará en un nivel más bajo de crecimiento; se trata de un crecimiento más limpio, un mayor énfasis sobre el medio ambiente, una mejora del aire, una mejora del agua, más energía renovable, inversión en la investigación y el desarrollo, y la innovación, y también la atención médica", desgranó.
"Aparte de todo eso, supone una transición desde una economía orientada a la inversión y la infraestructura a una economía guiada por el consumidor y los servicios. Así es, en términos simples, cómo interpreto el nuevo Plan Quinquenal".
También tiene confianza en que la diferencia entre los Gobiernos chino y australiano sobre el asunto del Mar Meridional de China no impida el desarrollo de la cooperación económica bilateral.
"Ese asunto se planteará. Pero en mi opinión, China tiene claro su lugar en el mundo y quiere ser un buen vecino y quiere relaciones armoniosas con los países a su alrededor. El asunto se abordará en los próximos meses y años".
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En cuanto al sentimiento ocasional contra la inversión china en Australia, Brumby dijo que no es una cosa nueva y que la gente no necesita estar demasiado alterada al respecto.
"He estado por aquí el tiempo suficiente como para ver esas cosas. Cuando era un joven estudiante universitario en los años 1970 había un fuerte sentimiento contra Estados Unidos sobre la inversión (...) En la década siguiente, había un sentimiento contra los inversores japoneses. Por eso no es algo por lo que alterarse".
Apuntó que Australia es un país muy grande con una población pequeña, por lo que siempre necesita inversiones extranjeras, sean de Inglaterra, Francia, Estados Unidos o China.
"Necesitamos inversiones extranjeras. Si no, no seríamos capaces de desarrollar nuestros recursos, nuestros negocios agroganaderos, nuestras otras industrias exportadoras".
La Federación Nacional de Agricultores de Australia estima que el país necesita 1 billón de dólares australianos (US$720.000 millones) en la agricultura para elevar realmente la productividad y el rendimiento de las exportaciones a China.
Por ello, hay un punto de vista común compartido por ambos lados políticos australianos sobre el apoyo a la inversión extranjera directa de China en Australia, afirmó.