“Debemos agradecer por la lluvia que fue el factor determinante para logar una buena campaña agrícola y sostener así nuevamente una excelente producción sojera”, sostuvo Alberto Acosta, de la Fundación Desarrollo en Democracia.
Asunción. La producción agrícola y de energía salvó la economía en el primer trimestre del año, ya que sin estos dos componentes, el producto interno bruto (PIB) hubiese caído 0,6% debido a los bajos rendimientos que se dieron en las industrias, en los comercios y servicios, que son los sectores que finalmente llegan a la ciudadanía.
“Debemos agradecer por la lluvia que fue el factor determinante para logar una buena campaña agrícola y sostener así nuevamente una excelente producción sojera”, sostuvo Alberto Acosta, de la Fundación Desarrollo en Democracia (Dende).
Dijo que la lluvia también benefició a la producción de energía y agua, y que gran parte del crecimiento del 1,5% en el producto interno bruto (PIB) se dio por la evolución de estos dos sectores. Sin embargo, la bonanza que se desprende tanto en el agro como en el sector energético no llega al común de la ciudadanía.
En efecto, las demás ramas como las industrias, comercio y servicios exhibieron comportamientos negativos en el primer trimestre del año, lo que explica mayormente la percepción de la población en cuanto a una desaceleración de la economía, detalló Acosta.
“Preocupa el desempeño de los sectores que afectan más a las personas, como el caso de los comercios y servicios”, afirmó.
Consultado sobre las condiciones para llegar al 3% de crecimiento para fin de este año, detalló que el resultado ya no variará demasiado de lo estimado por Dende (cercano al 3%), ya que la tendencia está marcada por la producción agrícola nuevamente y en ese sentido detalló que la cosecha fue muy buena, aunque los precios no acompañaron mucho.
En lo que respecta al comportamiento de las construcciones, detalló que será esencial una mayor inversión del Gobierno con las obras públicas, así como el avance de los contratos de alianzas publico-privadas (APP). Este sector es clave porque su efecto se transmite a la ciudadanía. Dijo, finalmente, que el sinceramiento de precios en Argentina tendrá un efecto positivo para nuestra economía con la reducción del contrabando, repunte de las industrias nacionales y de las ventas en los comercios.