“Este tema y la salida de la dependencia de las exportaciones de recursos naturales primarios, es decir, ir hacia una fase post-extractivista, con mercados laborales más dinámicos, son necesidades perentorias en el área”, dijo George Gray.
La diversificación de las economías de los países de América Latina y el Caribe continúa como una asignatura pendiente, según el experto del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), George Gray.
“Este tema y la salida de la dependencia de las exportaciones de recursos naturales primarios, es decir, ir hacia una fase post-extractivista, con mercados laborales más dinámicos, son necesidades perentorias en el área”, declaró en La Habana el economista regional de la Sede del PNUD en Nueva York.
El experto, quien ha dirigido el trabajo de preparación del Informe de Desarrollo Humano Regional del PNUD en 2016, afirmó que ha visto a una Latinoamérica saliendo de una desaceleración y contracción económica fuerte que duró tres o cuatros años, pero donde se encuentran en peligro algunos logros de la década dorada en la que la región disfrutó de altos precios internacionales de sus materias primas.
Nos concentramos en el estudio- agregó- en los países que han tenido más resiliencia, que pudieron enfrentar el bajón de las cotizaciones de sus productos básicos con política de protección de la población más vulnerable y con políticas públicas y sociales.
Indicó que en los últimos dos años cerca de 35 millones de personas habían salido de la pobreza, pero luego 18 millones recayeron en esa condición.
“Latinoamérica es la región más desigual del mundo, tanto en ingresos como por otros activos, y ello tiene que ver con el patrón de desarrollo vigente en muchos países, el cual genera riqueza, pero no redistribuye, observó. Es por ello que es importante el papel de los Estados, de las política públicas y actores sociales, a partir de lo cual se construye un pacto social, que debe delimitar un horizonte más equitativo y redistributivo y considerando el medio ambiente, aspecto un poco más rezagado en las conversaciones”, dijo.
En su opinión, en la región existe hoy una arquitectura de políticas nuevas, que mira todo el territorio y el ciclo de vida y que empieza a trabajar no solo la tributación, sino también las trasferencias sociales y subsidios como un sistema.
Sin embargo, en etapas anteriores el énfasis estaba en el derrame económico de las políticas públicas aplicadas, más que en las transferencias hacia la sociedad.
“Creo que en la medida en que no anulemos el impacto de una transferencia social con un impuesto regresivo, vamos a poder crear un sistema fiscal más progresivo, con más repercusión”, sostuvo el experto en entrevista con Prensa Latina.
Argumentó que las políticas públicas mejoraron mucho últimamente en la región, donde los temas críticos aún son el mercado laboral, cómo generar riqueza con mercados de fuerza de trabajo más dinámicos para jóvenes y mujeres y mantener la protección social.
“Creo que en esas dos manijas, lo laboral y la protección social se juega el futuro de la pirámide social Latinoamericana”, sostuvo.