Uruguay, en parte, de la mano de la inversión extranjera directa logró desacoplarse parcialmente. Mirando hacia adelante, de alguna forma Brasil y Argentina te van a arrastrar, dijo Alejo Costa.
El jefe de estrategia de la gerenciadora de capitales argentina Puente, Alejo Costa, considera que Uruguay deberá corregir el déficit fiscal para evitar que una eventual pérdida del grado inversor por parte de Brasil termine siendo también un problema para la economía local. Además, el experto sostuvo que la suba de tasas en Estados Unidos llevará a una desaceleración de la inversión extranjera, pero no a un "corte abrupto". Además, indicó que la corrección gradual de los desequilibrios en la economía argentina afectará la llegada de inversiones en el sector inmobiliario desde ese país. Lo que sigue es un resumen de la entrevista:
-¿Qué puede esperar Uruguay en un panorama de tasas de crecimiento más bajas en los países emergentes?
-Uruguay, en parte, de la mano de la inversión extranjera directa logró desacoplarse parcialmente. Mirando hacia adelante, de alguna forma Brasil y Argentina te van a arrastrar. Principalmente en el caso brasileño un efecto sobre el crecimiento de Uruguay va a tener y creo que ya lo estamos viendo. Toda la región se desaceleró, pero en Uruguay dentro de todo no fue tan grave. Tiene algunos puntos que va a tener que corregir, principalmente del lado fiscal. Creo que es el mayor temor que tienen los analistas sobre la economía uruguaya, dado que a nivel regional la situación brasileña no va ayudar. Al contrario, si en Brasil se termina dando que baje del grado de inversión mucha gente va empezar a mirar para ver a qué otro país le puede llegar a pasar lo mismo. Van a empezar a mirar al Mercosur y con Uruguay van a empezar a mirar las cuentas fiscales.
El camino está como para ir corrigiendo el déficit fiscal gradualmente y no llegar a una situación como la brasileña, pero desde la perspectiva de los mercados internacionales no se suele diferenciar. Uruguay está muy asociado a lo que pase en la economía brasileña. De hecho muchos fondos del exterior operan en Brasil necesariamente y en Uruguay como un paso posterior. Esperemos que el gobierno tome las medidas necesarias para mostrar un camino de consolidación fiscal que evite problemas de rating.
-¿Qué espera que pase con la moneda?
-Creemos que el Banco Central tiene el espacio de maniobra para por lo menos hasta fin de año resistir una depreciación significativamente mayor a la que ya se observó. Pero el año que viene Uruguay va a tener un ajuste adicional en el tipo de cambio. Se van a arrastrar precios y salarios algo más altos que van a obligar para ganar competitividad a una depreciación algo más alta.
-El economista Guillermo Calvo dijo días atrás que la región tiene que estar preparada para un cese repentino de los flujos de créditos tomando en cuenta la suba de tasas que se espera en Estados Unidos. ¿Comparte eso?
-Es un buen punto el de Calvo que en parte es compartido. También creo que el mercado es ligeramente optimista respecto a cuán rápido puede ser el aumento de tasas. Incluso uno empieza a escuchar que la razón por lo que la tasas están tan bajas es que hubo un cambio estructural en la economía estadounidense y que van a ser permanentemente más bajas de lo que fueron en el pasado. Por ejemplo, la tasa de 10 años a entre 2% y 2,3% como viene estando en los últimos meses es extremadamente baja. Algún día tiene que subir. La tasa histórica larga de Estados Unidos es de entre 4,5% y 5%. Según analistas, en parte la predicción de suba que hace años se hace y no se cumple es por la demanda de activos de China. Tiene un enorme nivel de reservas y solamente suben las tasas cuando China vende activos largos. Esa parte es impredecible. Mirando hacia adelante pensamos que en esa parte de la curva es donde menos cambios se van a dar, por la propia política de Estados Unidos que va a tratar de que no se vean afectadas demasiado. Eso por el hecho de que son las que más afectan al sector inmobiliario. Si bien hay cierto riesgo de ser demasiado laxos tampoco quieren poner trabas a la recuperación que se está dando en el sector inmobiliario.
-¿Entonces da para preocuparse como dice Calvo?
-Creo que sí, por el hecho de que va a haber una salida de capitales, pero principalmente me parece que la preocupación por ese sudden stop es para los países que están muy endeudados en el corto plazo. Por eso para Brasil me parece que es una preocupación grande. En países como Uruguay uno lo que va a ver es una desaceleración de la inversión extranjera, pero no un corte tan brutal. Me parece que ahí es donde va a estar la diferencia. Ahora, sí va a haber un efecto contagio sobre Uruguay de lo que pueda pasar en Brasil. Un real más débil por esta cuestión va a dar lugar a un peso uruguayo y argentino más débil, pero no en la misma proporción.
-¿Qué tiene que hacer el nuevo gobierno que asuma en Argentina para volver a generar confianza en los mercados de capitales?
-Argentina tiene focos que no son una bomba de tiempo, pero sí una bola de nieve. Hoy va girando y se va haciendo cada vez más grande, pero es controlable si se la ataca. Tiene que regularizar su situación con el FMI y buscar una resolución con todos los holdouts para poder desbloquear el acceso al mercado de crédito externo. A fin de año va tener reservas netas por menos de US$ 10.000 millones. Para 2016 y 2017, Argentina va a tener necesidades de financiamiento de por lo menos US$ 20.000 millones por lo que va a necesitar fuentes adicionales. Pensamos que Argentina está tan poco apalancada que tiene la opción de salir a los mercados externos a partir del año que viene para corregir parcialmente sus problemas fiscales y de déficit en la balanza de pagos. No va a ser fácil.
-¿Qué va a pasar con el cepo cambiario?
-Las restricciones al movimiento de capitales gradualmente se van a tener que ir desarmando para empezar a atraer inversión externa. El escenario base es que va a tomar tiempo.
-¿Qué puede esperar Uruguay con un nuevo gobierno en Argentina?
-Argentina va a ir hacia una corrección gradual de los distintos desequilibrios que tiene y eso va a generar que no sea tan atractivo construir en Uruguay o hacer inversiones en el sector inmobiliario. Eso le va a sacar un poco de empuje a la parte de inversión extranjera directa que venía de Argentina. También debería haber una corrección cambiaria que va a afectar parcialmente al turismo. Si bien ya está afectado de alguna forma por el tipo de cambio paralelo, mucho argentino venía a Uruguay y usaba la tarjeta de crédito con lo cual tenía el beneficio del tipo de cambio oficial. Eso va a desaparecer y entonces va haber un efecto en esos dos canales.
-¿Y en la relación comercial?
-Se va a tener que resolver el tema de las restricciones a las importaciones y escuchando a los dos candidatos con más chances, que son Daniel Scioli y Mauricio Macri, ambos tienen intención de darle mayor preponderancia al Mercosur. Lo lógico es que la relación con Uruguay mejore y tenga reglas más claras. En buena medida van a tener que poner un mapa de hacia dónde va a ir el Mercosur y cómo se van a resolver problemas y debates como el acuerdo con Europa.