En estos 20 meses el PIB anual no ha caído en recesión, concuerdan, pero se ha mantenido un estancamiento en el desempeño, dicen Raúl Feliz, del CIDE, y José Luis de la Cruz, del ITESM.

Quienes hacen la política en México no han logrado estimular a la economía, pese a las señales que ha arrojado el INEGI desde julio del 2012, cuando los indicadores coincidentes cayeron en la fase recesiva del ciclo económico, coincidieron catedráticos del ITAM, ITESM y CIDE.

En estos 20 meses el PIB anual no ha caído en recesión, concuerdan, pero se ha mantenido un estancamiento en el desempeño, una precariedad que no se ha profundizado, pero está constante, coincidieron Raúl Feliz, del CIDE, y José Luis de la Cruz, del ITESM.

De acuerdo con la definición del Instituto Nacional deEstadística y Geografía(INEGI), para determinar si la actividad económica entra o se encuentra en recesión “es necesario considerar que el indicador coincidente se ubica en la etapa recesiva y que ha registrado por lo menos nueve meses ahí desde que inició la desaceleración”.

El Sistema de Indicadores Cíclicos del INEGI está integrado por el índice coincidente y adelantado, y a febrero el coincidente se ubicó por debajo de su tendencia de largo plazo de 100 puntos, al registrar un valor de 99.77 puntos, esto es 0.4 puntos de caída respecto del nivel del mes previo, con lo que acumula 23 meses consecutivos a la baja.

Sin embargo, el PIB no ha caído y tampoco lo han hecho dos de los tres indicadores característicos de una recesión, que son la creación de empleos y la inversión en maquinaria y equipos, precisó el director de Políticas Públicas del ITAM, José Gabriel Martínez.

El sector de la construcción es el tercer elemento típico de una recesión, que sí se encuentra en contracción desde hace más de nueve meses, matiza, pero esto se debe a “una crisis del segmento por un mal manejo administrativo de las empresas quebradas y de políticas públicas mal diseñadas, que poco tiene que ver con el deterioro de la economía”.

De acuerdo con el experto del CIDE, en los últimos años del sexenio de Felipe Calderón el PIB llegó arriba de 4% y fue resultado del rebote de la gran recesión del 2009.

“No quiere decir que México se volvió una economía dinámica, es la misma de bajo crecimiento que rebotó. Y al rebotar no hay fuerza para seguir y es lo que muestra el indicador líder. Nos dice que se acerca a crecimientos históricos”, explica.

Calderón quiso hacer pensar que sus políticas impulsaron al PIB pero no fue así, asegura. “México no tenía con qué seguir y en el 2013 se presentó un contexto de desaceleración y menor crecimiento de EU, que se combinó con la política de gasto público y terminó por generar la desaceleración del PIB, que quedó en 1.3%”, precisa.

El director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico del ITESM, José Luis de la Cruz, advierte que pese a la debilidad que marcan los indicadores cíclicos, no parece que vendrá un repunte de la economía.

El crecimiento o la recuperación esperada está orientada a los mejores resultados que pueda alcanzar Estados Unidos y que se reflejen en el sector industrial de este país, que es el que directamente favorece a México.