La Sociedad de Economía Política de Paraguay (Seppy), compuesta por expertos en economía, cuestionó principalmente la disminución de la pobreza extrema en el país.

Asunción. Un grupo de economistas paraguayos descalificó el censo sobre la pobreza presentado a principios de mes por el Gobierno, según el cual esta se redujo del 32,4% al 23,8% desde 2011 hasta 2013, un resultado que tildaron de "asombroso" y producto de una metodología inadecuada.

La Sociedad de Economía Política de Paraguay (Seppy), compuesta por expertos en economía, cuestionó principalmente la disminución de la pobreza extrema en Paraguay detectada por el estudio, que se basa en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de 2013.

De acuerdo con esos datos, durante el periodo 2011-2013 la pobreza extrema bajó del 18% al 10,1% de media.

Asimismo, en las áreas rurales la pobreza extrema afectó al 17,6 % de la población en 2013, frente al 29,6% constatado en 2011, mientras que entre las poblaciones urbanas bajó del 10% al 5,1%.

Para la Seppy se tratan de "cifras tan fabulosas en reducción de pobreza en tan corto tiempo que ni países como Chile o Brasil han logrado alcanzar".

El grupo académico también rebatió las explicaciones dadas por el Gobierno para justificar los cálculos, que se apoyaron en un crecimiento medio de la economía del 5% en los últimos años.

No obstante, la asociación destacó que la economía paraguaya es muy volátil, de modo que en 2010 y 2013 registró crecimientos muy altos, mientras que en 2009 y 2012 sufrió recesiones.

Además, la Seppy estimó que "el crecimiento económico de Paraguay es resultado de un modelo económico que más que distribuir riqueza, la concentra, beneficiando a los estratos superiores de ingresos".

Del mismo modo, basándose en los datos del Banco Central de Paraguay, negó que en los últimos cinco años se haya producido una reducción en el precio de los alimentos, sino aumentos altos y moderados.

El grupo académico mencionó a la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que en 2013 observó en Paraguay un incremento del precio de los alimentos del 6,7%, una de las tasas más altas de la región.

"Esto no coincide con la afirmación de que la pobreza extrema bajó porque no subieron los alimentos. Según la FAO en 2013 el hambre (pobreza extrema) afectaba al 25% de los paraguayos y paraguayas", dice el comunicado de la Seppy.

También refutó la afirmación del censo de que en 2013 el 20% de la población más pobre incrementó sus ingresos en un 44%, mientras que el 20% más rico lo hizo en un 10% y el promedio nacional en un 12%.

"El modelo económico de Paraguay, como se ha demostrado en los 10 años anteriores, no favorece los ingresos de los estratos más pobres, sino que privilegia a los estratos superiores", denunció la Seppy.

La Encuesta Permanente de Hogares (EPH) fue realizada entre octubre y diciembre de 2013 a 21.207 personas de 5.424 hogares de las áreas urbanas y rurales del país.

Se excluyó de la encuesta a los departamentos de Boquerón y Alto Paraguay, que representan aproximadamente el 2% de la población total del país.

Esa metodología también fue criticada por la Seppy, ya que se encuestó al 0,09 % de los 6,7 millones habitantes del país, mientras que en otros países se utilizó una muestra mayor para reducir el margen de error.

"En resumen, los datos presentados despiertan una justificada desconfianza en la ciudadanía, que en su mayoría no ve ningún florecimiento económico en las calles, ni la reducción de la pobreza, el hambre, la inseguridad", concluyó la Seppy, que instó al Gobierno a revisar el censo.

El informe del Gobierno considera pobres a quienes obtienen ingresos por un máximo de 474.775 guaraníes mensuales (unos 107 dólares), mientras que las personas que sufren pobreza extrema son aquellas que ganan menos de 302.285 guaraníes al mes (unos US$68).

Constata también que el 20% más pobre ingresaba una media de 189.469 guaraníes mensuales (US$42,6) en 2011, una cifra que ascendió a los 309.814 guaraníes (69,7 dólares) en 2013.

Paraguay creció un 13% en 2010, un 4,2% en 2011 y un 14,4% en 2013, por contra, se contrajo un 1,2% en 2012 por la sequía y un brote de fiebre aftosa.