El Comité de Coordinación Macroeconómica y el Comité de Política Monetaria (Copom) deberán evaluar en su próxima reunión del 29 de septiembre si la suba de precios sigue siendo el principal riesgo para la economía local, o si el enlentecimiento de la economía evidencia una pérdida de competitividad.
Montevideo. Tras conocerse los últimos datos oficiales sobre inflación –que comenzó a descender aunque sigue fuera del rango objetivo–; la evolución del dólar, que perdió más de 4% desde comienzo de año; y la marcha de la economía –que entre abril y junio se desaceleró hasta un ritmo de crecimiento de 0,5%–, los analistas privados tienen diferencias en cuánto al camino que deben tomar las autoridades sobre la Tasa de Política Monetaria.
El Comité de Coordinación Macroeconómica y el Comité de Política Monetaria (Copom) deberán evaluar en su próxima reunión del 29 de septiembre si la suba de precios sigue siendo el principal riesgo para la economía local, o si el enlentecimiento de la economía –que tuvo en la caída de las exportaciones uno de sus principales componentes– evidencia una pérdida de competitividad que deberá ser atendida.
Además de aspectos locales, las autoridades deberán considerar el escenario internacional de crisis en EEUU y Europa, y sobre todo la decisión de Brasil, que sorpresivamente la semana dio un giro en su política monetaria al bajar medio punto porcentual su tasa de referencia 12%, luego de seis aumentos consecutivos.
Fuentes del Banco Central del Uruguay comentaron que el dato del Producto Bruto Interno (PBI) del segundo semestre “no necesariamente cambia el panorama”. La información será procesada este viernes o a más tardar el lunes por el Banco Central.
El ministro, Fernando Lorenzo (Economía) se mostró tranquilo con la marcha de la actividad y dijo desde el Parlamento que “el crecimiento de este año va a estar en línea con las proyecciones del ministerio”.
Según la ley de Presupuesto, el gobierno proyectó un crecimiento para 2011 de 4,5% pero esa estimación luego fue corregida al alza y en la última previsión macroeconómica presentada en agosto al Senado se incluyó una expansión real de 6%.
En la última reunión del Copom del 23 de junio se informó en un comunicado que “la inflación sigue demandando una atención prioritaria”.
En esa oportunidad se decidió elevar en 50 puntos básicos la Tasa de Política Monetaria para dejarla en 8%.
Dos meses después y con nuevos datos sobre la mesa, los analistas privados discuten qué pasos debe dar el gobierno.
Para Ramón Pampín de la consultora Pwc, el Copom debería “mantener” la tasa actual, mientras que Alfonso Capurro, de CPA/Ferrere, opina que debería “bajarse” para seguir la tendencia del mundo.
Por su parte, Andrea Stiglich directora adjunta de Economist Intelligence Unit de la revista The Economist señaló que Uruguay tiene “menos margen de acción en política monetaria que en política fiscal”, y que en las actuales condiciones de inseguridad externa lo recomendable sería mantener la tasa sin variaciones.
Pampín señaló que hace un mes la respuesta a qué deberían hacer las autoridades del Copom, “era mantener o subir la tasa de referencia y hoy está claro que se discute si debe mantenerla o bajarla”.
Para el experto, con una inflación cediendo, el PBI en desaceleración alejando posibilidades de recalentamiento y Brasil moviendo su tasa a la baja, “hace inferir que las autoridades de Uruguay mantendrán la posición actual”.
Lo más prudente, según su parecer, es dejar las cosas como están porque un movimiento a la baja sería mostrar una preocupación excesiva por la evolución de la paridad cambiaria con Brasil.
Dijo que hoy la inflación “dejó de ser una obsesión para el gobierno para pasar a ser una preocupación”. El Indice de Precios anualizado a agosto es 7,6%, ubicándose por fuera del rango oficial de entre 4% y 6%.
Diferente opina Capurro de CPA/Ferrere, para quien la evolución del PBI en el segundo semestre fue malo y se explica por una caída en las exportaciones, aunque por factores internos (baja en la faenar) y no tanto por un problema de competitividad.
“Si la amenaza internacional es realmente importante y Brasil movió su tasa a la baja, es lógico que Uruguay haga lo mismo y baje su tasa”. “No seguir a Brasil sería peligroso”, opinó. Agregó que mantenerla sería “ir a contrapelo del mundo” lo cual no es recomendable.
Además recordó que el peso ya está rezagado con respecto al real, y por tanto Uruguay pierde competitividad frente a su mejor socio comercial. Las proyecciones de Ferrere dan a la inflación por encima del rango meta incluso durante todo 2012.
En tanto, Javier de Haedo, señaló que no importa tanto si la tasa baja o sube porque en su opinión “lo que está equivocada es la política monetaria”. Dijo que poniéndose en la cabeza de las autoridades del BCU “no van a tocar la tasa”. Eso se explica porque la inflación cedió “pero igual está arriba de la meta, y el PBI se desaceleró, aunque no el consumo que esta en aumento”.
Recordó que Uruguay es un país con dos monedas y al subir la tasa, aunque no sea el efecto buscado, se fomenta el gasto porque con un dólar más bajo la gente se apresura a gastarlo en bienes durables e importados.
Andrea Stiglich, de The Economist Intelligent Unit dijo que “las debilidades de Uruguay tienen más que ver con el mediano plazo”. En el caso de Brasil, el banco central hizo una apuesta. “Los demás bancos en la región han pausado su ciclo de ajuste, y supongo que esa es la posición que va a tomar el Banco Central de Uruguay porque estamos en un período de mucha inseguridad”. “Bajar la tasa también implica un riesgo de inflación”, afirmó.