Después de una semana que vio desaparecer US$2,5 billones de las bolsas del mundo, los líderes políticos están bajo una creciente presión para garantizar a los inversores que los gobiernos occidentales tienen la voluntad y la capacidad para reducir sus enormes y crecientes cargas de deuda.
Tokio/Seúl. Expertos mundiales en política fiscal sostuvieron una conferencia telefónica de emergencia el domingo para discutir las crisis de deuda en Europa y Estados Unidos que están provocando confusión en los mercados y avivando los temores de que los ricos recaigan en recesión.
Después de una semana que vio desaparecer US$2,5 billones de las bolsas del mundo, los líderes políticos están bajo una creciente presión para garantizar a los inversores que los gobiernos occidentales tienen la voluntad y la capacidad para reducir sus enormes y crecientes cargas de deuda.
Corea del Sur dijo que asesores de los ministros de finanzas del Grupo de las 20 mayores economías discutieron la crisis de deuda de Europea y la rebaja de la calificación de la deuda soberana de Estados Unidos en la mañana del domingo en Asia.
Una fuente del Gobierno japonés dijo que los líderes del Grupo de los Siete países más desarrollados también discutiría la crisis y podría emitir un comunicado posteriormente, aunque el momento de tal medida no estaba claro.
El Banco Central Europeo tenía previsto sostener una inusual conferencia telefónica en la tarde del domingo. Los inversores están esperando ansiosamente que el banco central comience a comprar el lunes deuda italiana y española para estabilizar los precios, una medida que ha dividido al consejo directivo del BCE.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien lidera a los grupos del G7 y G20 de las principales economías, discutió el sábado con el primer ministro británico David Cameron.
"Ellos hablaron sobre el área euro y la rebaja de deuda de Estados Unidos. Pero ambos acordaron la importancia de trabajar juntos, supervisar la situación de cerca y mantenerse en contacto durante los próximos días", dijo un portavoz de Cameron.
En Washington, un asesor de la Casa Blanca fustigó a la agencia de calificaciones Standard and Poor's por rebajar la calificación de deuda de Estados Unidos desde "AAA" a "AA+", una medida que con el tiempo podría remecer a los mercados financieros al aumentar el costo del endeudamiento y hacer más difícil el lograr una recuperación prolongada.
Los aliados de Washington en Asia respaldaron a la superpotencia, Japón y Corea del Sur dijeron que su confianza en los bonos del Tesoro de Estados Unidos permanecía inalterable.
"Yo expresé la posición de nuestro país en la conferencia (telefónica del G20) de que no habrá un cambio repentino en nuestra política de manejo de reservas", dijo el viceministro de Economía de Corea del Sur, Choi Jong-ku, a Reuters por teléfono, refiriéndose a la gran cantidad de bonos de Estados Unidos en manos de Seúl por más de US$300.000 de dólares en reservas extranjeras.
"No hay una alternativa que brinde tal estabilidad y liquidez", agregó Choi, quien rehusó entregar detalles sobre la discusión del G20.
No hubo una confirmación sobre el momento en que el G7 sostendría una conferencia de ministros de economía y gobernadores de bancos centrales, pero una segunda fuente del Gobierno japonés dijo que "sería normal" que ocurriera antes de que los mercados asiáticos abran. La bolsa de Tokio, la más grande de Asia, comienza a operar a las 9.00 am (0000 GMT) del lunes.
Crisis en zona euro. La preocupación más inmediata para los mercados financiero es la crisis de deuda de la zona euro, donde los rendimientos de la deuda italiana y española han aumentado a máximos de 14 años por las disputas políticas y dudas sobre la fuerza de los recortes de presupuesto.
Inversores vieron la negativa del BCE para incluir a Italia y España en el relanzamiento de sus compras de bonos esta semana como una señal de profundas divisiones políticas sobre el papel de la moneda de la zona euro.
Funcionarios alemanes quieren ver programas de austeridad más severos vigentes antes de que el BCE respalde más deuda italiana y española.
El peligro es que nuevas presiones sobre los bonos italianos y españoles puedan socavar un sistema bancario europeo ya dañado y dejar a Italia, la octava mayor economía mundial, fuera del mercado.
De hecho, las dudas están creciendo dentro del gobierno alemán respecto a que Italia pueda ser rescatada por el fondo de emergencia europeo, incluso si el fondo triplica su tamaño, según la revista alemana Der Spiegel.
Las necesidades financieras del país son tan gigantescas que superarían los recursos disponibles, según expertos del gobierno, dijo Der Spiegel en su edición en internet. La deuda pública de Italia es cercana a unos 1,8 billones de euros, o un 120% de su producción nacional.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, con su gobierno debilitado por las luchas internas, descartó elecciones anticipadas para controlar el pánico de los mercados. "Esto nunca ha sido una opción", sostuvo Berlusconi.
En cambio, prometió adelantar las medidas de austeridad y de equilibrio del presupuesto para el 2013, un años antes de lo previsto -pasos que el BCE considerará para ver si compra sus bonos.
Alemania ha dicho consistentemente que los gobiernos en problemas de la zona euro deberían concentrarse en recortar sus gastos y en reformas internas, no en rescates.
El Fondo de Estabilidad Financiera Europeo actualmente tiene 440.000 millones de euros y fue diseñado para ayudar a países de tamaño pequeño o mediano, aunque la propagación de la crisis de deuda a España e Italia motivado llamados para su expansión.
Rencor por S&P. Defendiendo su rebaja a la calificación de la deuda de Estados Unidos, S&P citó el amargo debate en Washington para elevar el límite de deuda y la casi parálisis política sobre la mejor manera de reducir la deuda de 14,3 billones de dólares el país, que en su actual trayectoria podría superar el 100% de la producción del país en una década.
El Tesoro de Estados unidos dijo que los cálculos de la agencia de deuda estaban errados en unos US$2 billones.
S&P confirmó que había cambiado sus supuestos económicos después de discutir con el Departamento del Tesoro, pero dijo que no había afectado su decisión de rebajar la calificación, una medida criticada por el jefe del Consejo Económico Nacional del presidente Barack Obama, Gene Sperling.
"Golpeó a una institución partiendo con una conclusión y ajustando cualquier justificación para que se ajustara a la decisión", dijo Sperling en un comunicado.
Obama llamó nuevamente a los legisladores el sábado para que dejaran de lado las políticas partidistas y trabajen juntos para poner las cuentas del país en orden y estimular una economía estancada.
La rebaja de un escalón de S&P a la calificación de Estados Unidos, si bien no era totalmente inesperada, suma un nuevo nivel de incertidumbre.
La pérdida de la máxima calificación del índice de referencia para las tasas de interés del mundo podría aumentar los costos del endeudamiento para todo, desde vehículos, hipotecas y deuda corporativa hasta bonos del gobierno en todo el mundo.
"Sin importar su justificación, S&P no pudo escoger un momento peor para rebajar la deuda de Estados Unidos", dijo Rabobank en una nota a clientes.
Mark Mobius, presidente ejecutivo del grupo Templeton Emerging Markets, predijo una mayor volatilidad en los mercados y dijo que las monedas y acciones de los países emergentes podrían convertirse en refugios.
"Durante la crisis subprime, la seguridad estaba en los dólares y los bonos del Tesoro de Estados Unidos. Ahora esa ancla de la comunidad mundial se está debilitando", dijo Mobius, cuya unidad supervisa US$50.000 millones en activos en mercados emergentes, a Reuters en un correo electrónico.