Para un banco alabado por atravesar las consecuencias de la crisis financiera de 2007 sin reportar pérdida, los errores son embarazosos.
Nueva York. La alarmante pérdida de JPMorgan Chase & Co de por lo menos US$2.000 millones tras una fallida estrategia de cobertura golpeó este viernes a las acciones financieras de todo el mundo, al igual que a la reputación del banco más grande de Estados Unidos por activos y a su presidente ejecutivo Jamie Dimon.
Para un banco alabado por atravesar las consecuencias de la crisis financiera de 2007 sin reportar pérdida, los errores son embarazosos, especialmente dadas las críticas de Dimon a la llamada Regla Volcker que prohíbe las operaciones con fondos propios del los grandes bancos.
La debacle causó una caída de más de un 9% en el precio de las acciones de JPMorgan.
También motivó al presidente de la Reserva Federal de Dallas, Richard Fisher, que ha solicitado la división de los cinco principales bancos de Estados Unidos, a manifestar su preocupación por la gestión del riesgo de las grandes entidades.
"Lo que me preocupa es la gestión de riesgo, su envergadura, su alcance", dijo en respuesta a una pregunta sobre la pérdida de JPMorgan. "¿En qué momento se llega al punto en que no se sabe lo que está sucediendo por debajo de uno? Ese es el punto en que se es demasiado grande".
Dimon reconoció que las perdidas, que podrían subir US$1.000 millones más, estaban ligadas a un informe del Wall Street Journal del mes pasado sobre el operador Bruno Iksil, apodado "La Ballena de Londres", que, informó el diario, acumuló una excesiva posición contra la cual apostaban los fondos de cobertura.
Iksil, que se graduó en ingeniería en París en la Ecole Centrale en 1991, no estuvo disponible para hacer comentarios. El francés, y la presidencia de inversiones (CIO) de donde trabaja, son conocidos por operadores rivales por asumir posiciones extremadamente largas.
Un amigo y ex colega de JPMorgan, dijo que Iksil y su equipo no estaban realizando operaciones con dinero del propio banco de forma encubierta y que sus actividades eran conocidas en los más altos niveles.
"El CIO no realiza operaciones por cuenta propia, dejemos eso en claro (...) Involucra el tomar posiciones en la forma de inversiones, operaciones, y coberturas contra riesgos crediticios, u otros, con el propósito de reequilibrar los riesgos en las hojas de balance de JP Morgan", dijo el ex colega.
"La información viene desde el nivel más alto y ni siquiera creo que a miembros del equipo del CIO del nivel de Bruno se les de una idea completa", añadió.
La presidencia de inversiones está dirigida por Ina Drew, con sede en Nueva York, que es presidenta ejecutivo de inversiones.
Iksil ingresó a la unidad de la presidencia de inversiones para dirigir su mesa crédito, una clase de activos que no había abarcado previamente, dijo una persona que trabajó en la unidad.
Forjó importantes posiciones a lo largo de varios años a través de operaciones que fueron evaluadas por la gerencia y las pérdidas probablemente son consecuencia de una combinación de estas operaciones que salieron mal, dijo la persona.
La mesa de la CIO ha crecido rápidamente en los últimos cinco años y ha tenido una amplia libertad para operar en un gran rango de productos financieros, siendo la única excepción los productos básicos, agregó.
JPMorgan reportó que desde fines de marzo la presidencia de inversiones había tenido significativas pérdidas por ajuste a valor de mercado de su cartera de crédito sintético.
Si bien otras ganancias compensaron parcialmente la pérdida de intermediación, el banco estima que la unidad de negocios registrará una pérdida de US$800 millones en el actual trimestre. El banco pronosticó previamente que la unidad tendría una ganancia de alrededor de US$200 millones.
Dimon dijo que el problema era la forma en que se había realizado la estrategia de cobertura, describiéndola como "inefectiva, precariamente vigilada, y pobremente construida".
La posición del banco continua siendo sólida. Ha estado obteniendo cada trimestre una ganancia de más de 4.000 millones de dólares, durante los últimos dos años, ya fines de marzo tenía 2,32 billones de dólares en activos apoyados por US$190.000 millones en inversión de accionistas.
Las acciones de JPMorgan cayeron un 9,2% a 36,96 dólares el viernes, un día después de que la oficina de inversiones informó las pérdidas.
"Esta es una acción valorada debido a la confianza que tienen los inversores en el (manejo) de riesgo de JPM y parte de lo que perdió ayer", escribieron analistas de Citi en una nota a clientes.
Citi redujo su objetivo de precio sobre la acción a US$45 desde US$52. Nomura redujo su objetivo a 50 dólares desde 55 dólares, mientras que Goldman Sachs lo rebajó a 48 dólares desde 50 dólares.
FBR Capital Markets rebajó su recomendación sobre el título en un escalón a "desempeño igual al de mercado".
Goldman Sachs, que redujo el objetivo de precio de la acción de JPMorgan a 48 dólares, dijo que aunque el impacto directo de la pérdida es manejable, las implicaciones generales son negativas porque destacan el difícil ambiente operativo y generan dudas acerca del escrutinio de los reguladores.
Las acusaciones de que los operadores en los bancos asumen riesgos excesivos con el capital propio a fin de obtener mayores bonificaciones ha sido uno de los principales impulsores de las regulaciones del Gobierno estadounidense desde la última crisis financiera.