El 9 de enero, Petrobras dio inicio a la ventana, recaudando US$4.000 millones con una emisión de bonos, con una demanda que superó los US$20.000 millones. Un día después, Fibria SA y Raízen Energia SA acudieron también al mercado de deuda.
Brasil tiene en camino la mayor oferta de bonos y acciones en al menos seis años, impulsada por un aumento de la confianza de los inversores en la capacidad del país de superar la recesión y la turbulencia de los mercados globales, según banqueros.
En lo que en el mercado dicen es una ventana para las ofertas que se abrieron la semana pasada y podrían extenderse por tres semanas, las firmas de Brasil recaudaron US$5.200 millones de los inversores en deuda, ayudando a sellar necesidades de financiamiento antes de la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos el viernes.
El 9 de enero, Petrobras dio inicio a la ventana, recaudando US$4.000 millones con una emisión de bonos, con una demanda que superó los US$20.000 millones. Un día después, Fibria SA y Raízen Energia SA acudieron también al mercado de deuda.
A fines de 2016, los planes de infraestructura y de rebaja de impuestos de Trump sacudieron a los mercados emergentes, que temían alzas más aceleradas en los costos del endeudamiento, provocando fugas de capital desde América Latina.
Sin embargo, condiciones hasta ahora benignas en el mercado le permitirían a Vale, Gerdau SA y Braskem SA ofrecer deuda en los próximos días, dijeron cinco fuentes en conocimiento de los planes.
También se esperan al menos dos ofertas públicas iniciales (OPI) por alrededor de 2.000 millones de reales de la firma de arriendo de autos Movida Participações SA y del operador de peajes CCR SA, dijeron dos de las fuentes.
Funcionarios brasileños han dicho que las iniciativas del Gobierno de Michel Temer para reformas al presupuesto y al sistema de pensiones han compensado en parte el temor a las medidas de Trump de frenar el comercio y aumentar el gasto.
Que la ventana se extienda y que las compañías de Brasil cuenten con más fondos a bajo costo depende en gran medida de la capacidad de Temer de concretar esas reformas y de bajar la percepción de riesgo país, opinó Leandro Miranda de Araújo, jefe de banca de inversión de Banco Bradesco BBI.
"Dado que la liquidez global está buscando oportunidades de inversión en Brasil, pensamos que ahora el poder de negociación del mercado está más en las manos del emisor que en las de los inversores", dijo Araújo.
A diferencia de 2016, cuando la victoria de Trump las tomó desprevenidas, las empresas brasileñas se han apresurado en conseguir nueva liquidez. Y en la medida que la agenda de Temer avanza, las firmas logran condiciones más favorables.
Según Sandy Severino, jefe de mercados de capital de deuda internacional de Grupo BTG Pactual SA, la ventana de marzo-abril permitiría no sólo la participación de emisores corporativos, sino también que emisores soberanos accedan a los mercados de deuda en términos mucho más favorables.