La agencia recortó la nota soberana a "BB" desde "BB+" con un panorama negativo, una semana antes de una votación en el Senado en la que se espera que lleve a la impopular mandataria Dilma Rousseff a abandonar el cargo.
Fitch Ratings bajó este jueves la calificación crediticia de Brasil aún más dentro del terreno especulativo, citando una contracción económica más profunda y cambios de metas fiscales que han dañado la credibilidad del emisor.
La agencia recortó la nota soberana a "BB" desde "BB+" con un panorama negativo, una semana antes de una votación en el Senado en la que se espera que lleve a la impopular mandataria Dilma Rousseff a abandonar el cargo.
Henrique Meirelles, un ex jefe del banco central que podría ser el próximo ministro de Hacienda de un eventual gobierno del vicepresidente Michel Temer, dijo que el primer paso que Brasil debe adoptar es establecer metas realistas.
"Todos necesitan saber cada vez más que a lo que se apunte, lo que se declare como un objetivo o meta, será logrado", dijo durante una entrevista televisada en Globo News.
Fitch le quitó a Brasil el grado de inversión en diciembre, en lo que fue un amargo revés para la mayor economía de América Latina, siete años después de que un auge en los precios de las materias primas llevó al codiciado escalafón.
La calificadora aseguró que el panorama se ha debilitado aún más desde diciembre, con una esperada contracción económica de 3,8 por ciento en el 2016 debido al "alto nivel de incertidumbre política", así como un deterioro en los mercados laborales y una desaceleración en el mayor socio comercial de Brasil, China.
Si el Senado vota el 11 de mayo para juzgar a Rousseff por cargos de supuestamente haber manipulado las cuentas de presupuesto, como se espera, inmediatamente será reemplazada por el vicepresidente, Michel Temer, durante un juicio que se prolongaría por seis meses.
"Esta (rebaja) se debe a la falta de control fiscal y la ausencia de dirección política y económica en el país", dijo André Perfeito, economista jefe de Gradual Investimentos. "La llegada de Temer no es vista como una solución para los problemas fiscales, que son muy profundos debido a la caída en los ingresos", agregó.
El director de Fitch Brasil, Rafael Guedes, dijo en una entrevista telefónica que el deterioro del panorama económico de Brasil es similar al de su vecina Argentina en el 2001. Agregó, sin embargo, que la nota del país podría subir rápidamente si el Gobierno adopta medidas para reducir su creciente carga de deuda.
Meirelles dijo que el principal desafío del país es aprobar medidas que vuelvan sostenibles los niveles de deuda pública. Él ha expresado reiteradamente su preocupación por la trayectoria de la creciente deuda pública de Brasil.
Un portavoz del Ministerio de Hacienda dijo que la cartera no planea realizar comentarios.
En febrero, la agencia Moody's recortó la calificación de Brasil en dos escalones hasta la categoría especulativa, mientras que S&P mantiene una nota de "BB" sobre el país, dos peldaños por debajo del grado de inversión.