Uruguay, que se reincorporó al grupo de buenos pagadores en 2012, registró en febrero una inflación anual de un 10,2% y un déficit fiscal de un 3,8% en los últimos 12 meses a enero.

La agencia Fitch Ratings mantuvo este martes la calificación de Uruguay en "BBB-", dentro del grado de inversión, con una perspectiva estable, pero llamó la atención sobre la persistente inflación, el déficit fiscal y la deuda pública.

Uruguay, que se reincorporó al grupo de buenos pagadores en 2012, registró en febrero una inflación anual de un 10,2% y un déficit fiscal de un 3,8% en los últimos 12 meses a enero.

"La tasa de inflación de Uruguay sigue siendo una de las más altas entre los soberanos con grado de inversión", dijo Fitch en un comunicado de prensa y subrayó la incidencia de la depreciación de la moneda, de un 8% en lo que va del año tras caer más de un 20% en 2015.

La calificadora hizo hincapié en la necesidad de estabilizar la creciente deuda pública, que superaría el 63% del PIB en 2016, y de revertir el deterioro de las expectativas de crecimiento.

La agencia estimó que Uruguay habría crecido un 1,4% en 2015, desde un promedio de un 5% en 2010-2014, por una menor demanda externa, una caída de las inversiones y un mercado laboral más débil. Para 2016 proyecta una lenta expansión de un 0,9%.

Calificadoras de riesgo consultadas por Reuters el lunes habían coincidido en que el país conservaría su nota crediticia, pero no descartaron un deterioro en la perspectiva.